En el contexto del Plan MOVES III, dirigido a incentivar la compra de vehículos eléctricos e híbridos enchufables en España, se ha identificado un dato revelador: cuatro de cada diez hogares con vehículos electrificados tienen ingresos superiores a los 3.000 euros mensuales, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este dato ha despertado un debate sobre la idoneidad de las ayudas dirigidas a este sector de la población, en lo que se refiere a la accesibilidad económica de estos vehículos.
El coste de un vehículo eléctrico o híbrido enchufable supera los 25.000 euros, lo que, en principio, limita su acceso a hogares con rentas medias o altas. A raíz de este hecho, AutoScout24, portal especializado en vehículos de ocasión (VO) de Sumauto, ha sugerido que las ayudas del Plan MOVES están favoreciendo en gran medida a compradores que no las necesitan, dado su nivel de ingresos.
Desafíos para la electrificación y rejuvenecimiento del parque automovilístico
Actualmente, el 94% del parque automovilístico en España está compuesto por vehículos de gasolina o diésel, con una media de antigüedad superior a los 14 años. Este envejecimiento es un reto no solo para la electrificación del parque, sino también para su renovación. Se prevé que en los próximos años la edad media de los vehículos en circulación superará los 15 años, agravando la situación.
Dado este escenario, AutoScout24 propone que el próximo Plan MOVES IV ajuste sus criterios para enfocarse en hogares con menores ingresos, quienes enfrentan mayores barreras para acceder a vehículos más sostenibles. Sugieren retomar la fórmula del antiguo Plan Renove, que condicionaba la ayuda a la entrega de un coche antiguo para su desguace. En este caso, se trataría de vehículos sin etiqueta ambiental, de los cuales existen más de 7 millones en España.
Nuevas fórmulas de incentivo
Otra medida propuesta es que el importe de las ayudas se calcule en función de la etiqueta ambiental del nuevo vehículo adquirido, incentivando así la compra de los modelos más sostenibles. No obstante, también proponen que el Plan MOVES incluya vehículos usados con etiqueta ECO, B o C, siempre y cuando no superen los 10 años de antigüedad y sean adquiridos a través de un canal profesional que garantice la correcta gestión de las ayudas.
Además, plantean la posibilidad de ofrecer deducciones fiscales como una forma adicional de reducir el coste de los vehículos eléctricos. Por ejemplo, eliminar el 21% del IVA en modelos cuyo precio esté por debajo de los 25.000 euros, como el próximo Fiat Grande Panda eléctrico, podría reducir significativamente el precio final, haciéndolos más asequibles para las familias de ingresos medios.
Retrofit: una alternativa más accesible
Una opción más innovadora que podría integrarse en los próximos planes de ayudas es el retrofit. Esta práctica, que ya se está implementando en países como Francia y el Reino Unido, consiste en reconvertir vehículos de combustión a eléctricos. Esta operación tiene un coste aproximado de 15.000 euros, lo que la convierte en una alternativa más económica para electrificar vehículos ya existentes con etiqueta B o C y convertirlos en etiqueta 0, sin necesidad de adquirir un coche nuevo.