La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha confirmado que la ciudad no ofrecerá una moratoria ni una prórroga para las restricciones a vehículos sin etiqueta que entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2025. Esta medida afectará a residentes, motocicletas, furgonetas y camiones que no cuenten con la etiqueta medioambiental correspondiente, y marca un avance importante en las políticas de calidad del aire de la capital española.
La decisión fue anunciada la semana pasada y responde a una serie de medidas que el Ayuntamiento de Madrid implementó para mejorar la calidad del aire, conforme a las exigencias de la Unión Europea. Sanz explicó que la normativa para la restricción de estos vehículos, aprobada en 2019, ha sido ampliamente comunicada desde entonces y que el Ayuntamiento ha invertido más de 100 millones de euros en ayudas para facilitar la renovación del parque automovilístico de la ciudad.
El rechazo a la moratoria se basa en la intención de cumplir con los estándares de calidad del aire establecidos y en la necesidad de seguir adelante con la normativa vigente. La vicealcaldesa también mencionó que la cifra de 1.200.000 vehículos afectados, proporcionada por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), es considerablemente superior a la estimación oficial del Gobierno municipal. Según Sanz, los datos municipales indican cifras "infinitamente inferiores", y la discrepancia podría deberse a una diferencia en las fuentes de datos.
Sanz recordó que se intentó establecer una moratoria similar en el inicio del anterior mandato para la zona del distrito Centro, pero esta propuesta fue rechazada por los tribunales. Aunque no habrá moratoria, el Ayuntamiento se compromete a ofrecer un "amplio período de aviso" y a continuar invirtiendo en medidas de apoyo para la renovación de vehículos.