La fiabilidad de los coches y la prevención de averías es uno de los factores más importantes para los conductores, especialmente durante la época estival. Durante los meses de verano, el aumento de las temperaturas y los viajes largos someten a los vehículos a un estrés adicional, lo que incrementa la probabilidad de sufrir fallos mecánicos.
Los problemas mecánicos más comunes durante el verano son tres: pérdida de carga en la batería, averías en el motor y fallos en el sistema de aire acondicionado. Ya sólo estas tres causas representan el 80% de las llamadas de asistencia en carretera. Los talleres mecánicos también notan un incremento del 4,3% en las reparaciones durante este periodo, con un aumento del 20% en el coste de estas en el último año. Estos datos subrayan la importancia de realizar un mantenimiento adecuado del vehículo antes de emprender un viaje largo durante los meses más calurosos.
Uno de los factores que agravan la situación es la falta de información sobre el estado real de los vehículos. Los coches modernos suelen alertar a los conductores sólo cuando un fallo necesita atención inmediata, sin proporcionar detalles sobre cuándo surgió el problema. La ausencia de medidores de temperatura, voltímetros o medidores de presión de aceite, elementos que hace muchos años eran muy habituales, es un claro ejemplo de esta carencia. En la actualidad, es casi imposible encontrar coches que los equipen. Esta falta de información preventiva puede llevar a situaciones en las que el conductor se ve sorprendido por una avería en plena carretera.
La probabilidad de sufrir una avería aumenta de manera palpable en coches con más de 10 años de antigüedad, debido al desgaste natural de las piezas y componentes. Según un estudio del especialista Carly, el 70% de las averías se producen en vehículos de más de 10 años. Además, la frecuencia de las averías puede variar según la marca del vehículo. Por ejemplo, los coches de la marca Opel tienen una predicción de problemas críticos del 46%, seguidos de Citroën y Peugeot con un 43%, Volkswagen y Audi con un 40%, Renault con un 38%, Mercedes y BMW con un 35%, y Ford con un 32%.
Para minimizar el riesgo de averías durante el verano, es fundamental realizar un mantenimiento preventivo del vehículo. Esto incluye revisar el estado de la batería, asegurarse de que el motor (sobre todo elementos como el sistema de encendido o el sistema de tratamiento de gases de escape) y el sistema de aire acondicionado funcionen correctamente, y verificar que los neumáticos están en buen estado y correctamente inflados. También es recomendable llevar herramientas y repuestos básicos, así como contar con un seguro que incluya servicio de asistencia en carretera.
Recomendaciones para los talleres
Los talleres mecánicos pueden desempeñar un papel crucial en la prevención de averías durante el verano. A continuación, algunas recomendaciones para ofrecer un servicio de calidad:
1. Promover Revisión Preventiva: Incentivar a los clientes a realizar revisiones completas antes de la temporada estival, enfocándose en batería, motor y aire acondicionado.
2. Educación del Cliente: Informar a los conductores sobre la importancia de la prevención y los signos de alerta temprana de posibles fallos.
3. Servicios Especializados: Ofrecer paquetes de mantenimiento específicos para el verano, que incluyan verificaciones exhaustivas de los sistemas más propensos a fallos.
4. Actualización de Equipos: Asegurarse de que el taller cuenta con las herramientas y equipos necesarios para diagnosticar y reparar los problemas más comunes durante el verano.
5. Comunicación Eficiente: Mantener una comunicación clara y efectiva con los clientes, proporcionándoles información detallada sobre el estado de sus vehículos y las reparaciones necesarias.
Al adoptar estas prácticas, los talleres mecánicos no solo podrán brindar un mejor servicio a sus clientes, sino que también contribuirán a reducir la incidencia de averías en carretera, mejorando la seguridad y la satisfacción de los conductores durante los meses más calurosos del año.