La transición hacia la electromovilidad es un proceso en marcha que plantea numerosos desafíos y oportunidades para los talleres de reparación de automóviles en España. Con la previsión de que en 2025 un 25% de los vehículos matriculados sean 100% eléctricos, surge la pregunta: ¿están los talleres españoles preparados para la reparación de estos vehículos?
Capacitación y formación
Según la última encuesta de la iniciativa Posventa Plural, realizada entre 282 talleres a nivel nacional, un 76% de los reparadores oficiales (concesionarios y servicios oficiales) han recibido formación específica en el último año. En contraste, solo un 12% de los talleres independientes ha realizado dicha formación. Estos datos reflejan una clara disparidad en la preparación y capacitación entre los distintos tipos de talleres.
Faconauto, la patronal de concesionarios de automóviles, ha proyectado que España podría matricular 250,000 coches eléctricos en 2025, un salto significativo respecto al cierre de 2024, donde apenas se espera alcanzar el 6% de las ventas totales. Este contraste entre las proyecciones y la realidad subraya la necesidad de una adaptación rápida y eficaz por parte de los talleres.
Desafíos actuales
El estudio de Posventa Plural destaca que, entre las preocupaciones principales de los talleres, la preparación para la reparación de vehículos eléctricos puros se sitúa en la cuarta posición. Las principales preocupaciones siguen siendo "conseguir una rentabilidad adecuada", "captar y retener personal" y "mejorar el poder de negociación frente a clientes corporativos como aseguradoras y flotas".
Este contexto de preocupación por la rentabilidad y la gestión de recursos humanos añade una capa adicional de complejidad a la necesidad de inversión en formación y equipamiento específico para la reparación de vehículos eléctricos.
¿Es suficiente?
A pesar del esfuerzo notable de los talleres oficiales en formarse, la baja participación de los talleres independientes es preocupante. La capacidad de estos talleres para adaptarse a la creciente demanda de vehículos eléctricos dependerá en gran medida de su disposición para invertir en talento, conocimientos y equipos adecuados.
Las dificultades financieras y operativas que enfrentan muchos talleres no solo afectan su rentabilidad inmediata, sino también su capacidad para invertir en el futuro. La digitalización, conectividad, automatización y electrificación son áreas críticas que requieren atención y recursos sustanciales.