El sistema de transmisión de un vehículo es crucial para su funcionamiento, y aunque no suele fallar con frecuencia, un mantenimiento inadecuado puede desencadenar problemas graves. Según Reynasa Recambios, partner de ASBOC, es esencial realizar revisiones periódicas y seguir las recomendaciones del fabricante para evitar averías costosas.
Principales averías en el sistema de transmisión
1. Desgaste de los rodamientos
Un uso excesivo del embrague o fallos en el sistema de refrigeración pueden provocar un gran desgaste en los rodamientos. Este desgaste puede llevar a un sobrecalentamiento del sistema de transmisión, afectando su rendimiento y vida útil.
2. Problemas con los guardapolvos de las ruedas
Los guardapolvos de las ruedas son componentes críticos que deben ser revisados regularmente. Si al girar se escucha un ruido metálico, es posible que el anclaje tenga más holgura de lo normal, indicando que la junta está desgastada o poco engrasada.
3. Desequilibrio del palier
Un palier desequilibrado es otro problema común que puede identificarse por las vibraciones que se sienten cuando el vehículo va en línea recta. Para solucionar este problema, se debe sustituir el bloque entero del palier junto con la junta.
4. Desgaste excesivo de los rodamientos y desajuste del diferencial
Si se escuchan zumbidos al parar o acelerar, o si la estabilidad del sistema falla, puede haber un desgaste excesivo de los rodamientos o un desajuste en el diferencial. Estos problemas requieren una inspección y posible reemplazo de los componentes afectados.
Mantenimiento para alargar la vida del sistema de transmisión
Para garantizar la longevidad del sistema de transmisión, es crucial mantener un correcto nivel de aceite en la caja de cambios. En transmisiones manuales, el aceite debe rellenarse cada 25.000 km, mientras que en transmisiones automáticas es importante vigilar el estado de los neumáticos. Fenómenos como el aquaplaning pueden causar un sobrecalentamiento de la transmisión.
Recomendaciones para talleres mecánicos
Es fundamental que los talleres mecánicos realicen revisiones exhaustivas y sigan las recomendaciones del fabricante para el mantenimiento del sistema de transmisión. Cambiar el aceite de la transmisión cada 50.000 km y prestar atención a los signos de desgaste en los componentes clave puede prevenir averías costosas y prolongar la vida útil del vehículo.
Proporcionar un servicio de calidad no solo garantiza la satisfacción del cliente, sino que también refuerza la reputación del taller como un referente en el cuidado y mantenimiento vehicular.