La Asociación de Servicios Bosch (ASBOC) se ha unido a la iniciativa europea “Hoja de ruta sobre cancerígenos” (“Roadmap on Carcinogens”) cuyo objetivo principal es difundir las mejores prácticas en la empresa que ayuden a reducir la incidencia de casos de cáncer con origen en el entorno laboral y que actualmente se sitúan en un 30% del total de cuantos se diagnostican. La adhesión de ASBOC a esta campaña, a través de la Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción (CONEPA), se concreta fundamentalmente en la información y concienciación sobre las mejores prácticas en dos ámbitos: la manipulación y exposición a los aceites minerales usados y las emisiones de los motores diésel.
La adhesión de ASBOC a la iniciativa europea “Hoja de ruta sobre cancerígenos” forma parte del tradicional compromiso de la asociación con el fomento y la promoción de la salud de los trabajadores en las empresas que se dedican al mantenimiento y reparación de vehículos. En este caso concreto, además, se produce tras la reciente modificación del Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores del taller contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante su actividad profesional. Tanto de los que “supongan exposición cutánea a aceites minerales previamente utilizados en motores de combustión interna para lubrificar y refrigerar los elementos móviles del motor” como de los que entrañen “exposición a emisiones de motores diésel”.
Estas son las principales medidas preventivas conocidas para minimizar su impacto sobre la salud de los trabajadores.
En el caso de los aceites minerales usados:
• Uso de guantes y gafas de protección o pantallas faciales en las que pueda haber contacto con la piel y/o salpicaduras.
• No comer, beber y fumar en el taller.
• Disponer de lugares de trabajo separados para guardar la ropa de trabajo y la de calle.
• Disponer de un lugar determinado para almacenar los EPI, verificar que se limpian y se comprueba su buen funcionamiento.
• Lavarse la piel cada vez que se produzca un contacto con el aceite.
• El empresario se responsabilizará del lavado y descontaminación de la ropa de trabajo, y está prohibido que los trabajadores se lleven dicha ropa a su domicilio.
• Una piel deshidrata, agrietada o con heridas, favorece la entrada del agente químico por esta vía. Por lo tanto, es importante cuidar la piel como barrera protectora que constituye.
En el caso de las emisiones diésel:
• Extracción localizada: se pueden utilizar sistemas de extracción, portátiles o en forma de tuberías flexibles, que se sitúen en los tubos de escape de los vehículos evitando que las emisiones se propaguen por el taller.
• Ventilación general: ayuda a diluir la concentración de las emisiones de motores diésel.
• Separación de lugares de trabajo: Mediante elementos físicos y sistemas de ventilación con el objetivo de no exponer a aquellos trabajadores que no tengan que realizar operaciones sobre el vehículo con el motor encendido.
• Usar Filtros para gases en la protección respiratoria. No sirven los filtros de partículas.
• Se debe facilitar un lugar adecuado para guardar los EPI.
Esta acción de difusión pública de los riesgos vinculados a determinados agentes cancerígenos en el taller reafirma el compromiso de ASBOC con las campañas de divulgación, concienciación y prevención de la salud de los trabajadores que desarrollan su actividad profesional en las empresas del mantenimiento y reparación de vehículos.