El presidente de AEMA-ITV, Jorge Soriano, resalta la importancia de este requerimiento, incluso para vehículos que permanecen sin uso durante tiempos extensos. Según Soriano, la posibilidad de tener que utilizar el vehículo de manera imprevista, sin una ITV vigente, aumenta significativamente el riesgo de accidentes. Este mandato no aplica solo a vehículos en circulación, sino a cualquier vehículo matriculado, subrayando la capacidad de estar habilitados para circular en cualquier momento.
El propósito principal de la ITV no es meramente administrativo, sino que busca incrementar la seguridad en las carreteras, contribuyendo a la disminución de accidentes y a la protección del medio ambiente mediante la reducción de emisiones contaminantes. La falta de una ITV actualizada no solo compromete la seguridad vial, sino que también constituye una infracción grave, sancionada con multas de 200 a 500 euros, según el artículo 76 de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.
Soriano también destaca que los vehículos estacionados durante largos periodos pueden presentar problemas mecánicos, como pérdidas de aceite o fallos en los frenos, que eventualmente pueden causar daños personales o materiales. Por tanto, la revisión periódica es esencial incluso para vehículos no utilizados frecuentemente.
Los datos recientes del Archivo de Vehículos de la Comunidad de Madrid revelan que más del 80% de los vehículos inspeccionados aprueban la ITV en su primer intento. Además, un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid evidencia que la ITV es clave para salvar vidas, estimando que contribuye a salvar aproximadamente 723 vidas al año. Este dato subraya la relevancia de la inspección técnica no solo como un requisito legal, sino como una medida vital para garantizar la seguridad en las vías y proteger la vida humana.