La Dirección General de Tráfico (DGT) de España está dando pasos significativos hacia un futuro innovador en la movilidad, con la inminente regulación de los coches completamente autónomos. La subdirectora general adjunta de Vehículos de la DGT, Susana Gómez, ha revelado que la entidad trabaja en un Real Decreto que pretende regular, por primera vez, la circulación de estos vehículos, con una previsión de estar listo en 2024.
Este anuncio se realizó durante la presentación del Barómetro sobre Vehículo Autónomo y Conectado de Anfac, que agrupa a los principales fabricantes de coches. La nueva normativa modificará tanto el reglamento actual de circulación como el de vehículos, introduciendo cambios significativos en la forma en que se gestionan y se regulan los coches autónomos.
La futura legislación se centrará en los niveles 4 y 5 de autonomía vehicular. El nivel 5, en particular, permite que el coche opere sin ninguna intervención humana. Sin embargo, Susana Gómez enfatizó que la aprobación de este Real Decreto no implica una inmediata proliferación de estos vehículos en las carreteras y ciudades. La implementación será progresiva, y aunque los vehículos con autonomía 4 y 5 podrán comercializarse tras la publicación del decreto, aún se requiere una estrategia integral y apoyo institucional.
Gómez también señaló que el nivel de autonomía 5 podría ser más relevante para vehículos de transporte de pasajeros o de mercancías que para coches particulares. Este nivel ya se observa en otros países europeos como Francia y Alemania, donde vehículos con nivel 4 de autonomía ya están en circulación.
La DGT también está considerando un sistema de indicadores, similar a las etiquetas actuales, para determinar la seguridad de estos vehículos y regular, según sea necesario, sus zonas de circulación. Sin embargo, aún no se han tomado decisiones concretas al respecto, y la DGT está estudiando las prácticas de otros países como Inglaterra para definir vehículos y flotas seguras.
Finalmente, el barómetro de Anfac revela que un 75% de los modelos de turismos ya comercializados podrían incorporar tecnología para un grado de autonomía SAE 2, enfocado en la seguridad vial de usuarios y peatones. Además, un 18% podría alcanzar la autonomía SAE 3, que permite la conducción sin intervención manual, aunque esta opción todavía no está regulada.