España está experimentando una tendencia al alza en la producción de automóviles, registrando un aumento del 15,3% en los ocho primeros meses de 2023 en comparación con el mismo período del año pasado. A pesar de esta alentadora noticia, la industria aún se encuentra un 15% por debajo de los niveles de producción previos a la pandemia de COVID-19. ¿Qué factores están impulsando esta recuperación y cuáles son los desafíos que aún enfrenta la industria automovilística española?
Recuperación con altibajos
El verano de 2023 trajo un alivio a la industria, con un pico en la producción en julio: 204.142 unidades, un impresionante 34% más que en el mismo mes del año anterior. Sin embargo, agosto no mantuvo el ritmo y registró una caída del 17,9%, con un total de 91.837 unidades producidas.
Esta volatilidad es, en parte, un reflejo de la normalización en las cadenas de suministro, las cuales habían sido gravemente afectadas en 2022 debido a las tensiones geopolíticas en Ucrania.
El ritmo depende del tipo de vehículo
El tipo de vehículo también muestra disparidades en la recuperación. Mientras que la fabricación de turismos experimentó un salto del 37,7% en julio, seguido de una caída del 24,9% en agosto, los vehículos comerciales e industriales mostraron un crecimiento más estable, con aumentos del 21,9% en julio y un porcentaje similar en agosto.
La electromovilidad sigue expandiéndose
Un aspecto destacado en este panorama es el auge de los vehículos de cero y bajas emisiones. En julio, su producción aumentó un notable 82%, y en agosto, esta cifra también mostró un crecimiento robusto del 61,1%. Específicamente, los vehículos electrificados son los que lideran esta tendencia, representando el 20,1% y el 12,4% de la producción total en agosto y julio, respectivamente.
Hacia el futuro
Pese a los avances, todavía hay un trecho por cubrir para regresar a los niveles prepandémicos. Pero el empuje en la producción de vehículos más sostenibles y las mejoras continuadas en las cadenas de suministro brindan una perspectiva optimista para los próximos meses.
Aunque el camino hacia la total recuperación está lleno de obstáculos, la industria automovilística en España demuestra una capacidad de resiliencia que alimenta la esperanza de un futuro prometedor.