Un estudio reciente de Alphabet, la empresa de gestión de flotas y movilidad corporativa de BMW, revela que casi 8 de cada 10 españoles (77%) no considerarían comprar un vehículo eléctrico. Este dato señala un aumento del 13% con respecto al año pasado y apunta a barreras clave como el precio y la falta de infraestructuras de carga con principales motivos.
Principales obstáculos a la electrificación
Según la nueva "Radiografía de los Hábitos de Movilidad de los Españoles de Alphabet", el 58% de los encuestados manifiesta que no pagaría un sobreprecio por un vehículo eléctrico en comparación con uno de combustión interna. Además, muchos se sienten limitados por la escasa red de estaciones de carga.
Cambio de percepción en la última década
El estudio también compara los hábitos actuales con los resultados de un foro sobre movilidad realizado hace diez años. Según los datos, hace una década, el 78% de los encuestados veía los coches eléctricos como la solución para la movilidad urbana, un número que ha caído drásticamente hasta el 18% este año.
El uso actual de los VE
Solo el 7% de los españoles utiliza un vehículo eléctrico (VE) para sus desplazamientos, y de estos, solamente el 3% lo hace de manera habitual. Este último dato representa un ligero incremento de un punto porcentual con respecto al año anterior.
Más allá de los eléctricos
El informe de Alphabet también destaca notables cambios en los hábitos de movilidad de los españoles más allá del uso de vehículos eléctricos. Una tendencia significativa es el aumento del número de personas que optan por caminar para desplazarse: este grupo ha crecido un expresivo 27% en la última década.
Por otro lado, el transporte público ha experimentado un cambio, especialmente en lo que respecta al uso del autobús. Mientras que en 2014 el autobús era la opción principal para el 58% de los encuestados, esa cifra ha caído al 41% en la actualidad.
En contraposición, el automóvil ha ganado terreno como el medio de transporte preferido. En 2014, solo un 31% de los participantes en el estudio eligió el coche como su principal forma de desplazamiento; en el último informe, esa cifra ha aumentado hasta el 47%. Este cambio sugiere que, a pesar de las preocupaciones medioambientales y los costes asociados, el automóvil sigue siendo una opción atractiva para una parte significativa de la población española.