En una época en la que la transición hacia una movilidad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente se convierte en un imperativo, una reciente encuesta realizada por Automotive Aftermarket de Bosch y recogida por el diario ABC, pone de manifiesto datos relevantes. A pesar de que la adopción de vehículos eléctricos (VE) gana impulso entre los principales fabricantes, hasta un 25% de los talleres de reparación europeos no consideran (por el momento) necesario adaptarse a esta tendencia.
1. Desinterés por los VE: El estudio señala que el 25% de los talleres europeos no tienen interés en tratar con vehículos eléctricos. Este porcentaje es especialmente sorprendente dado que la mayoría de estos talleres están ubicados en grandes ciudades, donde la infraestructura para VE suele ser más robusta.
2. Desconocimiento de la tecnología: Cuatro de cada diez talleres (40%) admiten un nivel de desconocimiento significativo acerca de cómo trabajar con VE, prefiriendo enviar estos vehículos de vuelta al fabricante o a un tercero especializado para su reparación.
3. Necesidad de formación: Seis de cada diez talleres argumentan que su desinterés en los VE se debe a la falta de formación específica necesaria para llevar a cabo reparaciones en estos vehículos.
4. Reparaciones comunes: A pesar de las preocupaciones, el 93% de las reparaciones que implicarían trabajar con VE son estándar (como iluminación y escobillas del limpiaparabrisas), lo que sugiere que la barrera del conocimiento podría superarse con relativa facilidad.
5. Frecuencia de reemplazo de piezas: De media, los talleres cambian más de 70 piezas al año en VE. Entre estas, de 15 a 40 no son específicas para este tipo de vehículos. Las piezas específicas, como puntos de recarga y baterías, se reemplazan en menos de cinco ocasiones al año.
6. Desafíos adicionales: El control de la temperatura en los sistemas eléctricos y el acceso a soporte técnico e información son aspectos cruciales que los talleres deben considerar si deciden incorporar el servicio de reparación de VE.
En conclusión, los datos de la encuesta ponen de manifiesto que hay una diversidad de enfoques entre los talleres europeos respecto a la adaptación a los vehículos eléctricos. Mientras que un 25% de los talleres no ve necesaria una adaptación a esta tecnología, otros alegan la falta de formación específica como barrera para hacerlo. Con la mayoría de las reparaciones de VE catalogadas como estándar, se abre un debate sobre si la adaptación a esta tecnología emergente representa un desafío insuperable o una transición factible para los talleres. Los datos presentados podrían servir como punto de partida para futuras discusiones y la toma de decisiones estratégicas en el sector.