Mientras que las inversiones en movilidad eléctrica y sistemas autónomos están en pleno auge, la seguridad y estabilidad de la cadena de suministro de materias primas críticas se han convertido en un tema de gran preocupación. Es en este contexto en el que los proveedores de automoción de la Unión Europea, liderados por CLEPA (Asociación Europea de Proveedores de Automoción), están instando a las instituciones europeas a acelerar la adopción de la Ley de Materias Primas Críticas. Esta legislación, que tiene implicaciones profundas no solo para la industria automovilística, sino también para la economía europea en su conjunto, necesita ser abordada con la urgencia y seriedad que merece.
En este sentido, CLEPA ha destacado tres aspectos fundamentales en las enmiendas propuestas para mejorar la ley:
1. Viabilidad de un suministro seguro: La ley debería hacer más que simplemente vigilar la cadena de suministro. Debería ofrecer instrumentos adicionales para garantizar un suministro de materias primas seguro, resistente y diversificado.
2. Inversiones estratégicas: En lugar de centrarse demasiado en la vigilancia y los requisitos de información, la asociación de proveedores propone que la ley debería orientarse hacia inversiones estratégicas en las cadenas de suministro.
3. Promoción de la circularidad: CLEPA también hace hincapié en la necesidad de aumentar las tasas de recuperación de materiales y promover la innovación en circularidad, evitando duplicaciones innecesarias en los requisitos.
Viabilidad de los objetivos y cambio estratégico
La Ley de Materias Primas Críticas, tal como se sugiere, introduce herramientas valiosas como las ventanillas únicas y establece plazos para la aprobación de permisos, lo que acelera las inversiones. También facilita la financiación de proyectos estratégicos y establece mecanismos que podrían mitigar las fluctuaciones de precios en materias primas. Sin embargo, la propuesta actual pone demasiado énfasis en la recopilación de información, lo cual podría no ser útil para cada Estado miembro o empresa. En lugar de eso, la ley debería fomentar un entorno que minimice los riesgos de inversión y promueva la colaboración en toda la cadena de suministro.
Al fin y al cabo, la fortaleza de la cadena de suministro de materias primas será un pilar clave en la capacidad de la Unión Europea para liderar en la nueva era de la movilidad. Con los ajustes adecuados, la propuesta legislativa no solo podría garantizar la seguridad del suministro, sino que también podría convertirse en un catalizador para la innovación y la sostenibilidad en toda la industria.