En una industria donde la capacidad de producción y tecnología definen a los líderes del mercado, España muestra su músculo industrial con un total de 16 plantas dedicadas al montaje y producción de automóviles. Así lo revela un mapa interactivo publicado recientemente por la Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA), posicionando a España como el quinto país de la Unión Europea en este sector, solo superado por Alemania, Francia, Italia y Polonia.
¿Quiénes son los principales actores?
De acuerdo con el informe de ACEA, la distribución de estas plantas es diversa y abarca varias especialidades dentro del mundo automovilístico. Hay tres plantas especializadas en la producción de motores: Volkswagen en Navarra, Renault en Valladolid y Ford en Valencia. Asimismo, se contabilizan tres plantas de baterías, dos pertenecientes a Stellantis en Vigo y Zaragoza, y una de Renault también en Valladolid.
Cuando se trata de la producción de automóviles, la cifra asciende a 8 plantas. Estas incluyen tres de Stellantis situadas en Vigo, Madrid y Zaragoza; dos de Renault en Valladolid y Palencia; dos de Volkswagen en Pamplona y Barcelona; y una de Ford en Palencia. Además, la industria de furgonetas y camiones no se queda atrás, con cuatro y dos plantas respectivamente.
La relevancia en el contexto europeo
En continente europeo hay 322 plantas de producción, de motores y baterías de automóviles en el continente, lo que representa un aumento en comparación con las 301 del año 2021. En el marco de la Unión Europea, existen 213 plantas, en contraste con las 194 del año anterior.
España mantiene una posición competitiva, considerando su séptima posición a nivel continental. Comparte el puesto con Turquía y solo es superada por Alemania, Francia, Italia, Polonia, Reino Unido y Rusia.
Implicaciones y futuro
Estas cifras no solo resaltan la importancia de España en la industria automovilística europea, sino que también sugieren un potencial de crecimiento y liderazgo. Los avances en tecnología de baterías y motores ponen de manifiesto una adaptación proactiva hacia una movilidad más sostenible, una métrica cada vez más crucial en el mundo actual.
Para el sector laboral y económico, este número de plantas significa más empleo y un fortalecimiento de la cadena de suministro nacional. Además, coloca a España como un socio industrial estratégico dentro de la Unión Europea, subrayando su relevancia en el mercado.