Las calles de la capital española están a punto de experimentar un cambio drástico en su panorama vehicular. La iniciativa Madrid 360, que busca mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación, se encuentra en pleno desarrollo desde hace más de dos años con la implementación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2025, una nueva fase se desplegará en la lucha contra el deterioro ambiental: ciertos vehículos tendrán prohibida su circulación en estas áreas restringidas.
Hasta el momento, los vehículos con "etiqueta ambiental A" han disfrutado de acceso a las ZBE siempre que cumplan con ciertos requisitos, como estar domiciliados en Madrid y figurar en el padrón del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) del Ayuntamiento. Pero este derecho llegará a su fin a medida que el nuevo año entre en vigor.
¿Qué vehículos serán excluidos?
Según la normativa, los vehículos que no podrán circular por las ZBE a partir de 2025 son todos aquellos de motor que por su clasificación en el Registro de Vehículos no cumple las condiciones o requisitos para la obtención de la clasificación 0 emisiones, ECO, C o B. De este modo, se refiere a todos los coches de gasolina matriculados antes del año 2000, y coches diésel anteriores al año 2006. En otras palabras, serán excluidos todos los coches de gasolina anteriores a la normativa Euro 3, y coches diésel anteriores a la normativa Euro 4.
Si nada cambia en ese plazo, esta medida afectará tanto a residentes como a trabajadores que utilizan estos vehículos para el transporte de personas con movilidad reducida. A pesar de las excepciones contempladas actualmente, a partir del 1 de enero de 2025, se estima que la prohibición de circulación por las ZBE será aplicada sin excepciones.
Impacto en los Talleres
Esta restricción de circulación no solo tendrá un impacto en los conductores y propietarios de vehículos, sino también en los negocios de la posventa de automoción. Según un estudio elaborado por Solera, esa prohibición podría resultar en un golpe significativo para los talleres mecánicos.
El informe 'La posventa sostenible' proyecta que la facturación de los talleres mecánicos podría disminuir en aproximadamente 568 millones de euros, equivalente al 3,9% de su facturación anual. Los vehículos sin etiqueta medioambiental A representan una porción importante de la actividad de mantenimiento y reparación, y su exclusión de las calles podría llevar a la baja en la demanda de servicios mecánicos.
Concretamente, se estima que alrededor de 2 millones de vehículos sin etiqueta podrían ser dados de baja y, por ende, dejarían de requerir servicios de reparación y mantenimiento. Esta reducción en la demanda podría afectar a unos 1.334 talleres y, en última instancia, resultar en la pérdida de empleo para aproximadamente 2.668 profesionales.
Desafíos en el horizonte
A pesar de la noble intención de las Zonas de Bajas Emisiones de mejorar el aire que respiramos, es crucial reconocer que las restricciones de circulación pueden tener consecuencias adversas, especialmente para los talleres más pequeños, que conforman la columna vertebral del sector en Madrid. Estas pequeñas empresas a menudo operan en condiciones económicas ajustadas y son fundamentales para mantener en funcionamiento a una flota diversa de vehículos. La transición hacia una movilidad más limpia debe ser acompañada de medidas de apoyo y oportunidades de adaptación para garantizar que estas empresas no se vean marginadas en el proceso. En última instancia, el éxito de las iniciativas de bajas emisiones debe medirse no solo en términos de aire limpio, sino también en la preservación de empleos y la viabilidad de los negocios locales.