En el conjunto de medidas destinadas a mejorar la calidad del aire, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son áreas en las que el acceso a determinados vehículos está restringido debido a sus emisiones. Sin embargo, esta propuesta está generando preocupación en el sector de la posventa de España. Según un informe de Solera, la implementación obligatoria de las ZBE en 149 municipios españoles afectará a más de 4 millones de vehículos que no cuentan con la etiqueta medioambiental de la DGT.
Este impacto se traduce en riesgos significativos para los talleres. De acuerdo con dicho estudio, si aproximadamente 2 millones de vehículos sin etiqueta fueran dados de baja, alrededor de 1.334 talleres se verían afectados. Además, el sector de la posventa podría sufrir una pérdida de ingresos de hasta 568 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 4% de su facturación total.
La implementación de las ZBE inicialmente afectará a los vehículos sin etiqueta, pero se espera que en el futuro también se dirijan hacia los aproximadamente 29 millones de vehículos con distintivo B y C. Esta situación tendrá un impacto desigual en los talleres, especialmente en la clase media del sector. Las ZBE actuarán como un filtro que impulsará un mercado de la reparación dividido entre talleres grandes y pequeños, y serán estos últimos los más afectados.
Los talleres más pequeños, en su mayoría formados por uno o dos trabajadores, se verán perjudicados debido al envejecimiento del parque automovilístico en España. Es crucial para ellos estar ubicados donde se encuentran sus clientes, es decir, en las áreas centrales de las ciudades. Por otro lado, los talleres grandes, muchos de ellos concesionarios o redes, serán los más beneficiados, ya que trabajan principalmente con vehículos más nuevos y rentables.
Si bien estas medidas son necesarias para proteger el medio ambiente, es importante considerar las implicaciones para los negocios locales y encontrar soluciones que permitan una transición hacia un modelo de movilidad más sostenible sin afectar negativamente a los talleres más pequeños. Asimismo, es imprescindible fomentar la modernización y la especialización de los talleres para adaptarse a las nuevas demandas del mercado y garantizar su viabilidad a largo plazo.
La implementación de las ZBE inicialmente afectará a los vehículos sin etiqueta, pero se espera que en el futuro también se dirijan hacia los aproximadamente 29 millones de vehículos con distintivo B y C. Esta situación tendrá un impacto desigual en los talleres, especialmente en la clase media del sector. Las ZBE actuarán como un filtro que impulsará un mercado de la reparación dividido entre talleres grandes y pequeños, y serán estos últimos los más afectados.
Los talleres más pequeños, en su mayoría formados por uno o dos trabajadores, se verán perjudicados debido al envejecimiento del parque automovilístico en España. Es crucial para ellos estar ubicados donde se encuentran sus clientes, es decir, en las áreas centrales de las ciudades. Por otro lado, los talleres grandes, muchos de ellos concesionarios o redes, serán los más beneficiados, ya que trabajan principalmente con vehículos más nuevos y rentables.
Si bien estas medidas son necesarias para proteger el medio ambiente, es importante considerar las implicaciones para los negocios locales y encontrar soluciones que permitan una transición hacia un modelo de movilidad más sostenible sin afectar negativamente a los talleres más pequeños. Asimismo, es imprescindible fomentar la modernización y la especialización de los talleres para adaptarse a las nuevas demandas del mercado y garantizar su viabilidad a largo plazo.