La primera prueba se centra en el sistema de llamada de emergencia (eCall), el cual se introdujo obligatoriamente en los vehículos desde el 31 de marzo de 2018. Este sistema automatizado de llamada a los servicios de urgencia en caso de accidente ha demostrado reducir el número de víctimas mortales y la gravedad de las lesiones. A partir de ahora, las estaciones de ITV comprobarán periódicamente el correcto funcionamiento de este sistema en los vehículos que lo tengan instalado.
La segunda prueba es la recopilación de datos OBFCM (On-Board Fuel Consumption Meter), que permitirá a las estaciones de ITV recoger datos anónimos sobre el consumo de combustible y energía eléctrica en condiciones reales de conducción. Estos datos serán utilizados para desarrollar estrategias de seguridad vial y protección del medio ambiente, teniendo en cuenta el funcionamiento real de los vehículos. Esta prueba se aplicará a vehículos matriculados a partir del 1 de enero de 2021, incluyendo turismos híbridos eléctricos enchufables, híbridos convencionales y vehículos de combustión pura sin hibridación.
Estas nuevas pruebas no implicarán ninguna acción adicional por parte de los conductores durante la inspección. Además, los datos recopilados no influirán en el resultado de la inspección y serán eliminados una vez sean reportados a la autoridad competente.
Las multas de la DGT por tener la ITV caducada se multiplican:
Según los datos recopilados por la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), se ha observado un incremento del 56% en el número de multas relacionadas con la ITV durante los últimos 7 años. Esta tendencia creciente ha generado preocupación en el sector de la ITV, que lleva meses advirtiendo sobre los riesgos asociados al aumento del absentismo en la inspección técnica de vehículos, el cual ha alcanzado casi el 40% este año. Este dato está estrechamente relacionado con el incremento en las sanciones impuestas por esta razón, planteando una problemática en términos de seguridad vial.
Para el sector de la posventa de automoción, estas nuevas pruebas pueden favorecer la rentabilidad de los talleres mecánicos, ya que se espera un aumento en la demanda de servicios de mantenimiento y reparación para garantizar que los vehículos cumplan con los requisitos de la ITV.