De este modo, el mercado sumará tres años consecutivos por debajo de ese umbral que, por población, nivel de motorización y renta per cápita correspondería a nuestro país. Todo ello en un contexto de, por este orden, postpandemia, crisis de microchips e inflación.
Un entorno de “permacrisis” que aun así no impedirá, a su juicio, que los españoles paulatinamente vuelvan a adquirir vehículos nuevos. "Las proyecciones apuntan a un crecimiento del mercado, a pesar del incremento en los precios dentro del contexto general de inflación".
Mayor número de ventas pese al aumento de precios
Estas previsiones muestran, según Unoauto, cómo existe una demanda embalsada de compradores de coches pese a la subida del 7% de los precios de los vehículos respecto a 2022, situándose por encima de los 33.000 euros, impactados por el mayor coste de fabricación y un equipamiento más avanzado. A ello, hay que añadir la inflación más alta desde mediados de los 80, con una tasa del 5,8% (a cierre de 2022)."Lo cierto es que los españoles están tirando de la hucha generada durante la pandemia, cuando la tasa de ahorro creció por encima del 17% en 2020, según el INE. Este “colchón” ya está menguando año a año -13,8% en 2021 y 7,7% en 2022-, por lo que los españoles han ido destinando de forma cada vez más masiva su dinero ahorrado en realizar las compras pospuestas, una de ellas, la renovación del coche".
Este crecimiento de las ventas de coches nuevos, tecnológicamente más avanzados (también desde el punto de vista medioambiental), "tendrá su reflejo en la caída de las emisiones medias. A finales de 2023, se prevé que los vehículos matriculados emitirán de media unos 117 g/km de CO2, según el ciclo de homologación WLTP, frente a los 120 g/km de 2022 y los 124 g/km de 2021", concluyen.