El borrador de la propuesta sugiere crear un nuevo tipo de categoría de vehículos en la Unión Europea para este tipo de coches, los cuales deberán de incluir una tecnología que impida su funcionamiento en caso de que use un combustible contaminante. La propuesta podría ofrecer una vía para que los fabricantes de automóviles sigan vendiendo vehículos con motor de combustión después de 2035, fecha en la que se prevé que la Unión Europea prohíba la venta de automóviles nuevos que emitan CO2.
Después de meses de negociaciones, los países de la UE y el Parlamento Europeo acordaron la ley el año pasado, pero el Ministerio de Transporte de Alemania sorprendió a otros países al presentar objeciones de última hora a la ley, días antes de la votación final que habría hecho que entrara en vigor. Prevista para mediados de marzo, dicha votación hubo de posponerse ‘sine die’ ante la negativa alemana y la oposición, igualmente, de Italia.
La 'salida' de los e-fuel
La demanda principal del Ministerio alemán es que la UE permita la venta de vehículos nuevos que funcionen con combustibles sintéticos después de 2035. El lunes, la citada cartera indicó que avanzaban las conversaciones con la Comisión Europea sobre el final previsto de los nuevos motores de combustión a partir de 2035, pero agregó que no podía decir cuándo se alcanzaría un acuerdo.
Por su parte, Italia (otro gran productor de coches) también se posicionó del lado alemán y mostró sus reticencias a principios de marzo a apoyar el veto a los vehículos de combustión a partir de 2035.
Finalmente no se materializará la muerte del coche térmico en dicho año. Ahora bien, hay un importante detalle. Y es que los coches térmicos que se podrán vender en la Unión Europea no podrán usar combustibles tradicionales. Los «e-fuels», o combustibles sintéticos, serán el salvador del coche con motor de combustión.
De este modo, el acuerdo alcanzado con Alemania no cambia el texto del reglamento que se acordó entre los representantes de los estados miembros y el Parlamento Europeo a finales del pasado año.
Después de que los ministros lo aprueben, la Comisión proporcionará más detalles sobre los próximos pasos para implementar la exención a los coches de combustión interna que utilicen los "e-fuels".
La nueva votación, que se espera tenga lugar antes de que acabe el mes de marzo de 2023, presumiblemente saldrá adelante ya que sí contará con el respaldo de Alemania y del resto de países contrarios a la hoja de ruta inicial.