Este práctico manual se ha realizado en colaboración con la Dirección General de Tráfico y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y en él han participado activamente, entre otros, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, ACEX, AECA-ITV, Autopistas, Bosch España, o Conepa, federación de asociaciones de talleres de la que Asboc es miembro.
Su objetivo es continuar reforzando los conocimientos de los conductores sobre los modos más seguros de circular en invierno o en situaciones de meteorología adversa, ya que los resultados obtenidos en el Barómetro Fesvial, tras los episodios de Filomena de 2021, reflejaban un preocupante nivel de desconocimiento de los automovilistas españoles sobre la conducción y seguridad vial en condiciones invernales.
Según el Barómetro Fesvial, un 80% de los conductores desconoce la obligatoriedad de encender las luces del vehículo mientras circula cuando está nevando, el 83,4% considera conveniente seguir la rodera del vehículo precedente con poca nieve en la carretera y el 63,8% opina que hay que frenar suavemente al pisar una placa de hielo.
En ese mismo sentido, quedaba de manifiesto un elevado desconocimiento de las capacidades y prestaciones de los neumáticos de “todo tiempo” cuando nieva: el 82,5% de conductores desconoce que estos neumáticos están certificados para conducir sin cadenas.
Exceso de confianza
"Conducir es una tarea compleja que requiere unas habilidades concretas para el manejo del vehículo y unos conocimientos básicos para hacerlo de forma segura. Los años de experiencia al volante pueden generar una seguridad y confianza a veces sobrevalorada, ya que el escenario y las circunstancias de la conducción están en constante cambio, y nunca sabemos cuándo nos puede sorprender un acontecimiento inesperado, un animal que se cruza repentinamente por la vía, obras en la carretera, o un vehículo averiado obstaculizando la calzada, que requiera una reacción efectiva y segura", señalan desde Fesvial.
Igual que las circunstancias de la conducción, continúan desde fundación "las condiciones meteorológicas también están en constante cambio, produciendo situaciones adversas peligrosas que nos pueden sorprender. Hay conductores que están más acostumbrados a conducir con condiciones meteorológicas extremas, como las rachas fuertes de viento, nevadas, la formación de placas de hielo o bancos de niebla. Pero otros no, y no por ello hay que confiarse, sino, por el contrario, extremar la precaución y conocer cómo adoptar comportamientos seguros antes, durante y después del viaje, para reducir los riesgos que determinadas situaciones meteorológicas puedan producir".
El mantenimiento del vehículo, clave
Y añaden: "Debemos de ser conscientes que todos los años hay inviernos y hace frio y que, además, las condiciones pueden cambiar repentinamente y ser más adversas, por lo que conviene estar siempre preparados. En estas situaciones, la adherencia de las superficies por las que circulamos puede estar comprometida así como la necesaria visibilidad para ver y ser vistos, con la antelación suficiente que garantice la seguridad de los usuarios de las vías. Por ello es de vital importancia prestar especial atención a los neumáticos, sistemas de iluminación y estado de conservación del parabrisas".
En este sentido, desde la fundación se ha actualizado su guía con recomendaciones y consejos para que los conductores los conozcan y tengan en cuenta, principalmente en los meses de otoño, invierno y principios de primavera, en los que hay más probabilidades que las condiciones meteorológicas compliquen y dificulten la conducción y por ello la seguridad al volante.
Entre ellos, la principal medida de seguridad es el mantenimiento del vehículo y la certificación de la ITV en vigor, como garantía de que todo funciona correctamente y se encuentra en óptimas condiciones.
La guía hace un repaso de los principales elementos a tener en cuenta, tales como batería, neumáticos, parabrisas, iluminación, limpiaparabrisas, lubricantes y anticongelantes, equipación recomendable en caso de emergencia, así como los modos más seguros de afrontar la conducción con nieve, hielo, lluvia, viento, niebla, etcétera.