Por tanto, con 13,35 millones de turismos diésel y otros 2,39 millones de camiones, (datos la DGT) ¿puede el taller aprovechar esta circunstancia para generar más ingresos al tiempo que consigue clientes más satisfechos con vehículos más eficientes, ahorradores y menos contaminantes? "La respuesta es claramente sí. Y para ello, los negocios de mantenimiento y reparación de vehículos pueden contar con BG Products y sus soluciones para vehículos con motores diésel", tal y como destaca el partner de Asboc, en un nuevo post de su blog.
Y es que no sólo existe un alto porcentaje del parque que todavía se mueve con gasóleo. Además, estos vehículos requieren de mayores cuidados teniendo en cuenta que, según los mismos datos de ACEA, son vehículos con una media de edad de 13,5 años y que están destinados a durar, incluso, más de 20 años (esa era la antigüedad media que tenían los vehículos que ingresaron en 2022 en los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos, según datos de su asociación, Sigrauto).
Los motores diésel
La conocida fama de motores irrompibles que durante décadas tuvieron las mecánicas diésel, pasó a la historia cuando las altas prestaciones se hicieron hueco en los automóviles modernos impulsados por gasóleo.
Desde entonces, estos propulsores, turboalimentados, incorporan sistemas de control y mecanismos mucho más precisos y complejos, que afinan al máximo la optimización del combustible. Sin embargo, tanta complejidad mecánica ha propiciado un aumento de la probabilidad de sufrir averías.
A todo esto hay que añadir que el ciclo de combustión diésel, por su naturaleza, es más “sucio” que el de gasolina, generando una gran cantidad de partículas sólidas. Éstas son las causantes de la carbonilla, fuente principal de problemas al circular por conductos propensos a taponarse.
De este modo, componentes como los inyectores, la bomba de inyección, o el turbo (la carbonilla puede acabar rompiendo los alabes de la turbina, con un coste elevado de reparación), por no hablar de la válvula EGR o del filtro antipartículas (FAP), que también pueden colapsarse por el hollín, son los componentes más susceptibles de sufrir (costosas) averías en los motores diésel.
Así, y para poder satisfacer las necesidades de todos esos millones de automovilistas que aún conducen coches diésel, los talleres de mantenimiento y reparación de vehículos tienen a su alcance, y más fácil que nunca gracias a BG Products, mejorar el rendimiento y la durabilidad de todos esos motores.?
Y todo ello, fidelizando, de paso, a todos esos clientes, que perciben desde el primer momento las mejoras en los vehículos a los que se aplican las distintas soluciones de BG Products. Y todo ello, mediante operaciones sencillas y rentables para el taller ¿Cuáles?