En esta coyuntura, Carfax ha realizado recientemente una encuesta entre casi 1.000 usuarios españoles, a los que preguntó si se imaginaban comprando un vehículo con daños previos. Para alrededor del 68%, es decir, más de dos tercios de todos los encuestados, la respuesta fue clara: no, nunca. Sin embargo, casi un tercio respondió que sí, si consideraba que todos los daños del vehículo habían sido reparados correctamente.
Especialmente para los negocios de venta de coches de ocasión, el casi 30% de los encuestados que comprarían el vehículo a pesar de un accidente podría ser una llamada de atención. Y es que una reparación profesional de los daños causados por el accidente, junto con una indicación transparente del tipo, la gravedad y la reparación del accidente, también hacen que estos vehículos sean interesantes para el mercado de segunda mano.
Los accidentes son uno de los acontecimientos que más rápido hacen perder valor a un vehículo. Además, dependiendo de la gravedad del siniestro, un accidente puede tener un efecto duradero en la idoneidad para la circulación del vehículo, por ejemplo, si el bastidor del coche está deformado o dañado. A los compradores les echa para atrás un historial de accidentes, pero los vendedores aún pueden hacer un buen negocio con estos vehículos con transparencia y alta calidad.
Transparencia
En la situación actual, vendedores y compradores de coches de ocasión no lo tienen fácil. La demanda es alta, pero la oferta es escasa. Y no es sólo la escasez de vehículos lo que causa problemas, sino que el estado de los coches de ocasión es, a menudo, cuestionable.
Los vehículos de 15 años o más se encuentran actualmente entre los más vendidos. El parque automovilístico español es uno de los más antiguos de Europa, y cada vez lo es más. Con los historiales de vehículos, los compradores y vendedores particulares y comerciales pueden hacer transparente el historial de un vehículo y evaluar el valor de un coche usado con mayor fiabilidad.