En concreto, los primeros alcanzan ya los 7 meses de media de espera en las cinco grandes economías europeas (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido), frente a los 5 meses y medio de los segundos, según datos de promoCAR de Kantar facilitados a Sumauto, especialista en portales verticales de automoción.
La diferencia en la demora de ambas tecnologías se debe a que, a los consabidos problemas en la producción de los vehículos, hay que sumar que los fabricantes no tienen la misma capacidad para producir un electrificado que uno de combustión, a pesar de la alta demanda por los primeros, por lo que el retraso en sacarlos de fábrica es mucho mayor.
En concreto, la demora por un electrificado ha ido agravándose paulatinamente. Así, en enero de 2021, la espera era inferior a los 3 meses (84 días), subiendo hasta los 5 meses en enero de 2022 (149 días) y llegando en la actualidad a los 205 días, los mencionados 7 meses.
Por su parte, la espera por los vehículos de combustión es superior a los 5 meses de media (163 días), un mes más que a principios de año, cuando era de 133 días. Un escenario completamente diferente al vivido al comienzo de 2021, cuando la espera se situaba en poco más de dos meses (71 días).
Disminución del stock de VO
La falta de componentes y el consecuente retraso en las entregas de vehículos nuevos ha provocado el trasvase de demanda hacia el mercado de ocasión. Una situación que ha conllevado, según datos del Green Car Monitor VO de Autobiz para Sumauto, una disminución del stock de VO de cerca del 40% en el último año. Así, si a mediados de 2021, los conductores podían elegir entre 390.084 vehículos de combustión y 33.531 electrificados en oferta, ahora esa cifra se ha reducido hasta los 260.390 y 21.801 coches, respectivamente.
Y los tiempos de rotación también han caído a marchas forzadas. Hace un año, un vehículo de combustión tardaba en torno a cuatro meses en salir del concesionario, cuando ahora lo hace en poco más de dos. En el caso de los ‘ECO’ el tiempo de espera se ha reducido en prácticamente un mes, pasando de los 89 a los 60 días.
No obstante, este auge del VO está provocando un encarecimiento de sus precios, de modo que los electrificados se han revalorizado en los últimos doce meses un 13% (31.342 euros de media versus 27.685), mientras que los de combustión han hecho lo propio con un 16% más (20.047 euros versus 17.307).
“Estamos en un momento de inflexión, pasando de una crisis de oferta frente a una alta demanda, que ha sido el escenario de los últimos meses, a otro bien distinto motivado por la recesión que se avecina y que asustará a los potenciales compradores. Esto permitirá que se ajusten paulatinamente los plazos de entrega al haber menos pedidos o los que hayan se realizarán sin añadir tantos extras para ajustar precio”, señala Ignacio García Rojí, portavoz de Sumauto.