Más de 1.250 conductores han sido entrevistados en un sondeo que preguntaba sobre nueve aspectos, entre los que se incluyen el estado de la calzada, la señalización, las obras en la carretera o el flujo del tráfico. En general, los aspectos peor valorados son el alto flujo de tráfico, el mal estado del asfalto y el diseño de las entradas y las salidas.
Encabezan el ranking de las peores vías rápidas de España según la encuesta de la OCU la Autopista del Cantábrico (AP-8) y la Autopista del Norte (AP-1) como carreteras peor valoradas por los conductores. La AP-8 de Irún a Bilbao obtiene una valoración de 5,7 puntos sobre un máximo de 10. El aspecto peor valorado por los usuarios es la excesiva densidad de tráfico, en el que la AP-9 logra la nota más baja entre 24 autovías y autopistas analizadas. Además, los automovilistas dan notas bajas a la AP-8 por las obras y la escasa seguridad en las curvas.
Necesidad de más inversión
En el caso de la AP-1, de Vitoria a Irún, la valoración es de 5,8 puntos sobre 10 y los aspectos peor puntuados son la presencia de obras y el escaso número de áreas de servicio (ambos apartados obtienen la nota más baja de todas las autovías y autopistas valoradas), junto al alto flujo de tráfico y el mal diseño de las entradas y salidas.
Las vías que unen Sevilla y Portugal (A-49), la de Algeciras y Almería (A-47) y el eje del Atlántico entre Ferrol y Portugal (AP-9) son las carreteras que ocupan los siguientes puestos en la lista de las peores autovías y autopistas de España. Salvo la Autopista del Atlántico, que al igual que la Autovía de las Rías Baixas (A-52) obtiene un 6,1 sobre 10, el resto de carreteras mencionadas no superan una nota de 6.
En este sentido, la OCU ha solicitado aumentar la inversión en su conservación y mantenimiento, que se incrementó en el año 2021, pero "acumula un déficit histórico", según la organización de consumidores.