Por ello, desde la asociación Aeca-ITV explican cuáles son las partes de los vehículos que más fallan como consecuencia del calor y qué debemos hacer para reducir el riesgo de sufrir una avería.
- Motor. Si en pleno viaje el motor empieza a calentarse muy por encima de lo normal, es aconsejable parar (antes de que se pueda estropear la culata o cualquier otro elemento), esperar a que baje la temperatura del motor y revisar los niveles del líquido refrigerante. De hecho, antes de emprender cualquier viaje, y en especial durante el verano, es importante revisar el nivel y estado de todos los líquidos del vehículo (refrigerante, frenos, aceite, limpiaparabrisas, entre otros).
- Turbocompresor. Es uno de los componentes que más sufren con las altas temperaturas debido a que, por su ubicación, no es de fácil acceso para la refrigeración y es el propio aceite el que se encarga de lubricarlo y refrigerarlo. Para evitar daños en esta parte del vehículo, es aconsejable que, al llegar al destino, se deje el motor encendido un par de minutos para refrigerarlo y evitar apagarlo de golpe, puesto que el aceite se deteriora y daña el eje de la turbina.
- Neumáticos. Las altas temperaturas son el peor enemigo de los neumáticos, por eso durante el verano son mucho más frecuentes los reventones. Es imprescindible que se revise la presión de las cuatro ruedas del coche periódicamente y, principalmente, antes de la realización de cualquier viaje. Cuanto más baja sea la presión del neumático, no solo aumenta el consumo de combustible, sino que también es más fácil sufrir un reventón.
- Frenos. En vacaciones es normal sobrecargar el vehículo con equipaje. Ese peso extra, unido a las altas temperaturas externas, hacen que los frenos se calienten más de lo normal. Para evitar cualquier problema con los frenos, además de comprobar el estado de las pinzas, las pastillas y los discos, se debe revisar el nivel de líquido de frenos y, si es necesario, cambiarlo antes de cualquier viaje o según las prescripciones indicadas por el fabricante del vehículo.
- Aire acondicionado. Es recomendable que se revise el circuito del aire acondicionado antes de emprender un viaje largo, sobre todo si lleva muchos meses sin usarse. Y es que los cambios de temperatura a los que está sometido el vehículo pueden hacer aparecer pequeñas fugas de gas en el sistema. Una recarga de gas cada dos años puede servir para mantener un correcto funcionamiento del aire acondicionado, aunque lo recomendable es realizar una revisión del circuito según indique el fabricante del vehículo.
Además de revisar todos estos elementos, desde Aeca-ITV recuerdan la importancia de tener la inspección técnica en regla, ya que de esa forma "se garantiza que el vehículo cumple con los estándares mínimos de seguridad y medioambientales para circular".