España se sitúa a la cola en el desarrollo del vehículo autónomo y conectado debido a la necesidad de mejorar el entorno y las tecnologías existentes. Así se detalla en el primer Informe sobre Vehículo Autónomo y Conectado, elaborado por la patronal de fabricantes de vehículos y camiones (Anfac).
Pese a ello, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) aspiran a que entre "un año y año y medio" la legislación permita circular a los vehículos con al menos un nivel 3 de autonomía, según ha reconocido el subdirector General de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT, Jorge Ordás. Para Ordás, la idea es "tener en seis meses el texto regulatorio" para que los vehículos con autonomía superior a 3 puedan circular por las vías españolas.
El informe, con carácter anual, consta de dos partes. Una primera de indicador de entorno y otra de análisis de la situación del vehículo autónomo y conectado en España.
Indicador de entorno
El indicador de entorno tiene como objetivo comparar la situación de España respecto a otros países del mundo en aspectos relevantes que condicionan el desarrollo del Vehículo conectado (VC) y el Vehículo Autónomo (VA).
Este se ha desarrollado a través de la última información pública disponible (a fecha de publicación de este documento) de una serie de indicadores internacionales, tales como el Global Cibersecurity Index, Huawei Global Connectivity Index, Speedtest y Global Competitiveness Report.
El indicador global con base 100 se realiza a través de diferentes subindicadores que miden el nivel de ciberseguridad, conectividad, inversión tecnológica y calidad y conectividad de las carreteras.
De este modo, países como Estados Unidos, Suecia, Finlandia y Reino Unido lideran esta clasificación con 67,8, 63,3, 62,5 y 61,6 puntos, respectivamente, sobre una base de 100. España, por su parte, se sitúa en la decimosegunda posición de los 17 países analizados, con una puntuación general de 50,5. De hecho, España se sitúa por delante de países como Italia (45,8 puntos), República Checa (45,1), Polonia (44,8), China (43,1) y Hungría (41,4).
Todo ello debido a los malos niveles existentes en la inversión tecnológica, como la inteligencia artificial, el internet de las cosas o las tecnologías de información, donde España se sitúa con 30 puntos sobre 100, y en la conexión, donde España obtiene 28,4 puntos sobre 100. Asimismo, en materia de ciberseguridad, España se sitúa en la decimoprimera posición con un total de 65 puntos.
No obstante, si hay algo en lo que lidera España la clasificación es en la red de carreteras, tanto por la calidad de las infraestructuras como por número de kilómetros de vías rápidas.
Vehículo autónomo en España
En cuanto al vehículo autónomo, la autonomía potencial del mercado de turismos es la que se encuentra en un estado más avanzado, con puntuaciones medias por encima de 3.
Por su parte, los vehículos comerciales ligeros están levemente por debajo, situándose en el nivel 2, como tecnología de autonomía mayoritaria.
En cuanto a vehículos pesados (vehículos industriales y autobuses), la penetración se encuentra en un nivel inferior de autonomía potencial que los vehículos ligeros. En este caso la media se sitúa por debajo de los 3 puntos, registrando puntuaciones de 2,9 y 2,6 puntos (sobre 5), respectivamente.
Todo ello pese a que los fabricantes ya cuentan con la tecnología necesaria para la fabricación de vehículos completamente autónomos (nivel 5).
Respecto a la autonomía real de oferta, actualmente, en España la Ley de Tráfico no permite circular a modelos con nivel 3 o superior. Como consecuencia, el grueso de los modelos ofertados en España para turismos cuenta mayormente con un nivel de autonomía 2, correspondiente al 62% de la oferta existente.
No obstante, el 23% de la oferta ya incluye la tecnología necesaria para poder funcionar con un nivel de autonomía 3 si la regulación lo permitiese. En estos casos está incorporada pero no activa. De igual manera, hay que destacar que el 27% de los modelos totales en oferta disponen de algunas funciones tecnológicas propias del nivel 3.
Para los vehículos comerciales ligeros, la oferta actual cuenta con vehículos de hasta un nivel 3 de autonomía, nivel que representa el 5% de los modelos. La mayor parte de los modelos de vehículos comerciales ligeros, cerca del 57% de la oferta, están disponibles bajo un nivel de autonomía 1.
En cuanto al vehículo industrial, la mayoría de los modelos ofertados por las marcas en España se pueden comprar con un nivel 1 (85% de los modelos), aunque el 9% de la oferta ya incluye la tecnología necesaria para poder funcionar con un nivel de autonomía 3 si fuese posible.
En el caso de los autobuses, cerca del 25% de la oferta en mercado incorpora tecnología de autonomía de nivel 2. Pero en su mayoría, este tipo de vehículos aún se encuentra poco implementado, siendo el nivel 1 el más popular en la oferta al cubrir el 69% de los autobuses.
Vehículo conectado en España
En cuanto a la conectividad, los fabricantes de turismos y los de comerciales ligeros priorizan la seguridad por encima de otros aspectos como el control del vehículo, vinculado a la gestión de diferentes funciones de los vehículos mediante dispositivos externos, o el confort, relacionado con la incorporación de tecnologías de conectividad con el entorno o en tiempo real que mejoren la experiencia del usuario; la accesibilidad; el mantenimiento y diagnóstico; o el control de flotas.
Por su parte, los vehículos industriales y autobuses mantienen la seguridad entre sus prioridades, pero en ambos es el mantenimiento y diagnosis lo que se sitúa en primer lugar, dando una mayor relevancia a aquellas tecnologías vinculadas al aviso de averías o situación y estado de los diferentes componentes de los vehículos, por delante de los otros aspectos (seguridad, control de flotas, accesibilidad...).