Y esta abstención tiene un coste para los talleres, que dejan de facturar 1.000 millones de euros, según Solera. En concreto, son cerca de 170 euros por vehículo. Estas cifras ponen de relevancia las múltiples aristas de un problema estructural en España como es el alto número de vehículos que circulan sin la ITV en vigor, tal como recordó AECA-ITV, con motivo del Día Mundial de la Seguridad Vial
Además, la abstención se ha agudizado con la pandemia y el propio envejecimiento del parque, en tanto seis de cada diez coches superan la década de antigüedad y existe una correlación directa entre edad y visitar o no la estación de ITV.
Dos de cada diez, rechazados
Por otra parte, hay más de 17 millones de coches cuyos conductores sí cumplen con sus obligaciones y acuden a la ITV, si bien dos de cada diez son rechazados en una primera inspección.
Un vistazo a los daños detectados nos deparan que, de las más de 20 millones de incidencias técnicas encontradas, cerca de 3 de cada 10 fueron graves y el resto, leves. De hecho, lo habitual es que se encuentren más de una irregularidad en la inspección, concretamente casi dos daños de media.
Todos ellos generan un impacto de más de 2.300 millones de euros a los talleres, de los que 1.375 millones corresponden a los daños graves y los 950 millones restantes, a los leves.
En este sentido, el tipo de irregularidad más habitual es en el motor y transmisión y en el conjunto que forman las ruedas, los neumáticos, los ejes y la suspensión.
Asturias, donde el parque es menos saludable
Por comunidades autónomas, las cifras de AECA-ITV localizan en Asturias el parque menos saludable con un 33% de vehículos rechazados. Por el contrario, es en la Comunidad Valenciana donde hay más salud sobre el asfalto, pues solo un 12% son rechazados.
Y su impacto en los talleres se traduce en mayor facturación por la ITV en Andalucía, con 426 millones de euros, seguido de Cataluña, con 323 millones, y la Comunidad de Madrid, con prácticamente 250 millones.