El PERTE Chip financiado con los fondos europeos Next Generation EU es, según el Gobierno, "el más ambicioso" hasta la fecha por su cuantía, su potencial impacto transformador y su posible contribución a la autonomía tecnológica de España y la UE. Sus magnitudes dejan el PERTE del vehículo eléctrico empequeñecido con unas subvenciones de casi 3.000 millones de euros.
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha explicado que los 12.250 millones de fondos públicos -1.000 millones más de los previstos inicialmente- permitirán generar un efecto "multiplicador" en el conjunto de la economía española. El objetivo del Ejecutivo pasa por "desarrollar de manera integral las capacidades de diseño y producción de microelectrónica y semiconductores, abarcando toda la cadena de valor".
Búsqueda de inversores
Casi de forma simultánea a su aprobación en el Consejo de Ministros, Pedro Sánchez ofrecía las ayudas a los fabricantes de chips en el Foro Económico Mundial de Davos, donde se ha reunido con los consejeros delegados de Intel, Qualcomm, Micron y Cisco. España inicia "una carrera de fondo" para convertirse en un referente en la industria de los semiconductores, ha afirmado el presidente del Gobierno.
>El principal foco del PERTE Chip se dirige, con 7.250 millones de euros en cinco años, a disponer de capacidad de fabricación de los semiconductores de nueva generación y de más valor añadido con un tamaño de producción por debajo de cinco nanómetros.
Por otra parte, el Ejecutivo invertirá 2.100 millones de euros en atraer fabricantes de chips por encima de los cinco nanómetros, considerados como de gama media. Precisamente, estos chips son los más utilizados por los fabricantes de componentes destinados a automóviles, junto con el sector de los electrodomésticos.
Desglose de la inversión
El hecho de que muchos de los chips con los que van equipados los vehículos, que pueden oscilar de 1.500 a 5.000 microchips por coche en función de la sofisticación del modelo de automóvil, sean de gama media y de menos valor añadido se apunta como una de las causas de su progresiva deslocalización a fabricantes asiáticos que han acabado controlando el mercado mundial.
La segunda mayor inversión del Ejecutivo será en la estrategia de diseño de chips en España con 1.330 millones de euros, de los que 950 millones se destinarán a la creación de empresas 'fabless' y otros 300 millones a la puesta en marcha de una línea de pruebas. Asimismo, los 80 millones de euros restantes irán destinados a la formación y capacitación de personas en este campo.
El PERTE Chip destina 1.165 millones de euros al refuerzo de la capacidad científica divididos en 475 millones de euros para el desarrollo de I+D+i sobre microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas, 150 millones de euros para la fotónica integrada y 40 millones de euros para chips cuánticos.
Los 500 millones de euros restantes irán destinados a una línea de financiación para los 11 proyectos presentados al Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación (IPCEI ME-TC).
Por último, el Gobierno invertirá 200 millones en apoyar 'startups' y otros 200 millones en reforzar la capacidad de producción y fabricación de la industria TIC española, con el objetivo de generar demanda para los chips. Asimismo, el Alto Comisionado, dirigido por Jaime Martorell, tendrá un presupuesto de cinco millones de euros.