Bajo el título 'Chassis Input Intention Prediction Via Brain Machine Interface' ('Predicción de la intención de entrada del chasis mediante una interfaz cerebro-máquina'), los ingenieros de la marca estadounidense detallan un sistema que utiliza una interfaz informática para predecir el comportamiento del conductor. Aunque es poso probable que termine integrándose en coches de producción, al menos a medio plazo.
En concreto, el sistema no sustituye el volante o los pedales tradicionales como los coches autónomos, sino que utiliza escáneres cerebrales para anticiparse a las decisiones que podría tomar el conductor y ajustar la configuración del vehículo, incluida la frenada de emergencia autónoma y la 'dirección delantera adaptativa' en ese sentido.
Es más, la tecnología podría utilizarse para la conducción telepática completa o con el fin de ayudar a los sistemas de seguridad activa y determinar si el conductor ha detectado un obstáculo.
"Se trata de un método para controlar un vehículo mediante un dispositivo de interfaz cerebro-máquina (ICM). En este diseño, este interfaz se integraría en el reposacabezas", explica la marca. "La ICM es una tecnología que permite a los humanos proporcionar órdenes a los ordenadores utilizando la actividad del cerebro humano", continúa, "y este sistema permite la decodificación de la actividad para traducir los patrones de disparo de las neuronas en el cerebro del usuario en comandos discretos de control del vehículo".
"Los recientes avances en la tecnología de los IMC han contemplado aspectos del control de vehículos utilizando los IMC. Un aspecto de dicho control del vehículo incluye la determinación de la intención del conductor para calibrar la capacidad de respuesta de la asistencia al conductor".