El futuro del vehículo autónomo ha escrito un nuevo capítulo. Si Europa, como ya contamos, permitirá la libre circulación de vehículos autónomos de Nivel 3 a partir de este verano, EE. UU. acaba de dar un paso más allá. Y es que las autoridades federales han despejado el camino para su producción y su uso a nivel nacional.
En un documento de 155 páginas publicado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera (NHTSA, por sus siglas en inglés), se da luz verde a que los fabricantes opten por producir coches que no incluyan controles manuales, ni volante ni pedales, y con sistemas automáticos de circulación.
La NHTSA deja claro, sin embargo, que sus "diseñadores innovadores" nos les eximirán de garantizar el mismo nivel de seguridad que el resto de vehículos. El objetivo de este dictamen es "resolver las ambigüedades" que puedan surgir en torno a los automóviles con un "sistema automático de conducción" (ADS, por sus siglas en inglés).
Para Pete Buttigieg, secretario de Transporte de EEUU, el objetivo es "mantener el ritmo" con el desarrollo de sistemas para vehículos autónomos. "Esta nueva regla es un paso importante, ya que establece estándares de seguridad sólidos para los vehículos equipados con ADS".
Por su parte Steven Cliff, administrador adjunto de la NHTSA, "a medida que el conductor cambia de una persona a una máquina en vehículos equipados con ADAS, la necesidad de mantener seguros a los humanos sigue siendo la misma y debe integrarse desde el principio".
La decisión llega en plena carrera tecnológica por imponer la tecnología en el mercado, con compañías involucradas en la misión como Waymo -propiedad de Google-, Ford, Tesla o Aurora Innovation. General Motors, también metido de lleno en la pelea por el robotaxi, realizó una petición a la NHTSA en marzo para la producción y el uso de un coche sin controles manuales, el Cruise Origin, con planes de comenzar la fabricación en 2023.
GM y Cruise son parte de una lista de empresas, entre las que está Waymo, con permiso para circular sus vehículos en periodo de prueba en varios Estados del país. Es precisamente la subsidiaria de Google la que parece llevar más ventaja, no solo por el programa que ya opera en Arizona sino por haber registrado más kilómetros recorridos en 2021: 3,6 millones frente al millón de 2020. Su despliegue de vehículos, especialmente por las calles del norte de California, ya es contundente.