De acuerdo con el documento, recogido por La Tribuna de Automoción, el conjunto de los fabricantes tenía fijado un objetivo medio para el año pasado de 118 gramos de CO2 por kilómetro recorrido bajo la homologación WLTP —se determina en función de la masa media de los modelos comercializados—-, una cifra que se habría conseguido rebajar con holgura al cierre de diciembre hasta los 114, después de aplicar las ecoinnovaciones y supercréditos.
Este logro cobra especial relevancia puesto que se ha producido en un curso en el que el nivel de exigencia para las marcas creció. Primero, porque para el cálculo ya se contabiliza toda la flota vendida y no el 95% con menores emisiones como sucedía en 2020. Y, segundo, porque en el sistema de incentivos de los supercréditos, con el que los constructores pueden disminuir hasta 7,5 gramos hasta 2022, los coches con registros de menos de 50 g (NEDC) ya no computan por dos unidades, sino por 1,67.
Los fabricantes de coches, sin multas
Analizando los resultados por fabricantes, todos los que afrontan el cumplimiento en solitario y los que están agrupados bajo los denominados 'pools' han podido evitar las sanciones. La unión que más redujo su media de emisiones sobre el objetivo que le correspondía ha sido la formada por Tesla, Honda y Jaguar Land Rover, que finalizó 2021 con 65 g frente a los 143 que tenía estipulados. Seguidamente, se posicionó Volvo, con un cómputo de 102 g, es decir, 30 menos de los que tenía de tope.
A partir de estos dos casos, el resto de empresas se quedó más cerca de su meta. Concretamente, el Grupo BMW lo dejó por debajo 8 g, hasta 116; Mercedes-Benz, 6 g, hasta 116; Kia, 5 g, hasta 105; Ford, 5 g, hasta 115; Hyundai, 3 g, hasta 107; Renault-Nissan-Mitsubishi, 1 g, hasta 110; Grupo VW, 1 g, hasta 119; y, finalmente, Stellantis y el pool de Mazda, Subaru, Suzuki y Toyota, que lo igualaron, cosechando 118 y 116 g, respectivamente.
El grado de cumplimiento podría ser todavía mayor que el reflejado en el informe, debido a que el ICCT señala que para realizar sus cálculos ha aplicado un criterio conservador en relación a las ecoinnovaciones y la masa media del parque de vehículos, toda vez que ha empleado los datos de 2020.
Para la consecución de estos buenos resultados, el sector se ha visto impulsado por el fuerte crecimiento de las matriculaciones de modelos eléctricos e híbridos enchufables, que ya representan de media un 6% y un 5%, respectivamente, sobre el total de sus entregas en el Viejo Continente, según consta en el estudio. Entre las firmas y pools con mayor penetración de estas tecnologías está, por un lado, Tesla-Honda-Jaguar Land Rover, que registran un 40% de VE y un 3% de PHEV; y, por otro, Volvo, con sendos 6% y un 31%.
La ausencia de multas en 2021 representa una novedad en comparación a 2020, un ejercicio en el que, de acuerdo con el ICCT en su análisis del curso pasado, sí habrían tenido que afrontarlas los pools de FCA-Tesla-Honda y Ford-Volvo, así como el Grupo Volkswagen.