Con esta nueva norma, el órgano comunitario pretende otorgar a los propietarios un mayor control sobre sus datos, lo que en la práctica se traducirá, según Bruselas, en el desarrollo de servicios a precios más competitivos para los usuarios, sobre todo, en ámbitos como el de los servicios posventa. Según la propia Comisión, estos datos tendrán un volumen mundial de 175 zettabytes en 2025, cinco veces más que en 2018.
La futura Ley de Datos, que aún debe ser aprobada por el Parlamento Europeo y los Gobiernos de los 27 países de la UE, establecerá una serie de medidas para garantizar que los usuarios puedan acceder a los datos generados —normalmente en manos de los fabricantes— y compartirlos con terceros actores para la prestación de diferentes servicios.
Eso sí, el texto también establecerá garantías para los fabricantes, a los que se les tendrá que compensar por el coste de la transferencia de datos. Asimismo, se impedirá el intercambio de dichos datos con su competencia directa.
Competir en igualdad de condiciones
En el caso concreto de la posventa, ya no será necesario que el taller independiente pase obligatoriamente por el fabricante para llevar a cabo una reparación, sino que el usuario podrá solicitar que un servicio de reparación más barato pueda acceder libremente a sus datos.
En palabras de la propia Comisión, esta norma permitirá a los proveedores de servicios posventa "competir en igualdad de condiciones con los servicios ofrecidos por los fabricantes". Por lo tanto, los usuarios de productos conectados podrán "optar por un proveedor de reparación y mantenimiento más barato y beneficiarse de precios más bajos en ese mercado".
La norma también contemplará medidas para otorgar una mayor capacidad de negociación a las pymes en los contratos de intercambio de datos. Para ello, la futura Ley de Datos protegerá a estas compañías de las cláusulas contractuales abusivas que intenten imponer compañías con una posición negociadora mucho más fuerte.
El sector aplaude la medida
Figiefa, la patronal europea de recambistas, junto a otras asociaciones relacionadas con el mundo del aftermarket, han acogido "con satisfacción" la publicación de la propuesta de la Comisión Europea de una Ley de Datos. Los firmantes consideran que la norma "establece un importante derecho para los usuarios a acceder a los datos generados por el uso de productos conectados", así como a "asignar derechos de acceso a los datos a un proveedor de servicios externo de su elección". Destacan que también se incluyen explícitamente "los servicios de reparación y mantenimiento posventa y el acceso a la información de diagnóstico".
Sin embargo, aunque las asociaciones del sector reconocen que la Ley de Datos representa un paso "relevante" hacia el desarrollo de la economía de datos europea, también creen que no será suficiente por sí misma en el sector del automóvil: "El ecosistema necesita una legislación específica para el sector de la automoción que traduzca los principios y disposiciones de la Ley de Datos en medidas concretas, jurídicas y técnicas para el sector de la automoción. Además, algunos aspectos de la Ley de Datos requieren más claridad para el sector de la automoción, ya que actualmente dejan demasiado espacio para la interpretación, creando inseguridad jurídica y un alto riesgo de litigio".
Así, defienden que "sólo una legislación específica proporcionará la confianza y el incentivo que necesitan los proveedores de servicios independientes para invertir en nuevos servicios basados en datos, que beneficiarán a los consumidores y a toda la sociedad al proporcionar soluciones de movilidad más inteligentes, seguras y sostenibles".