Mercedes, como ya contamos, ya tiene permiso de Alemania para que sus modelos equipados con el sistema 'Drive Pilot' puedan conducir de forma autónoma en determinadas áreas de los más de 13.000 kilómetros de carretera que hay en el país germano. Los coches nuevos más modernos, y lujosos, serán los primeros del mercado que liberarán a los conductores de la 'tediosa' tarea de la conducción, aunque manteniendo la supervisión constante.
Todos los modelos equipados con tecnología y sistemas de nivel 3 serán legales en Europa, a partir del próximo 14 de julio de 2022. Una fecha marcada en el calendario para la historia. La noticia ha llegado tras una remodelación de la Convención de Viena en materia de tráfico, y que se encuentra también en conversaciones con expertos en materia de transporte de la UNECE, la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, para extender esta modificación a un nivel internacional.
El cambio en la normativa se señala en el artículo 34 bis, apuntando al "requisito de que todo vehículo, o conjunto de vehículos en movimiento, debe tener un conductor que permanezca atento cuando el vehículo utilice un sistema de conducción autónomo", añadiendo que "Siempre que sea conforme a los reglamentos técnicos nacionales". Esta última coletilla supone que el código de circulación de los países miembros podrán permitir -o no- la conducción autónoma de nivel 3, lo que obligará a muchos, incluida España, a modificar sus reglamentaciones.
'LKAS', asistente de mantenimiento de carril
El sistema que ha permitido ese avance es el 'LKAS' (lane keeping assist system), un asistente de conducción que mantiene el vehículo en el centro del carril y que se complementa con el control de crucero adaptativo, capaz de mantener una velocidad constante y reducirla o aumentarla en función del vehículo precedente, manteniendo también la distancia de seguridad. Unos sistemas que ya disponen un gran número de coches nuevos a la venta.
Pero no hay que echar todas las campanas al vuelo, porque existe una regulación internacional de la ONU para los asistentes de conducción autónoma de nivel 3, con un funcionamiento muy limitado, y del que la Convención de Viena no se ha manifestado.
Fechado en junio de 2020 e incluido en la regulación 'R157' de la UNECE, este organismo definió unos límites: el asistente de conducción solo se puede utilizar en carreteras separadas sin peatones, ni ciclistas, llámese autopistas o autovías, y a velocidades inferiores a 60 km/h. Por ejemplo, en atascos.
Así, el sistema pedirá cada cierto tiempo que el conductor pose sus manos en el volante para comprobar que permanece atento, y solicitará su intervención cuando lo considere necesario desconectando la automatización. En caso de no hacerlo, el asistente de parada de emergencia entrará en funcionamiento, apartando y parando el vehículo en el arcén. Un paso más adelante que allana el camino hacia una conducción sin accidentes que pretende la Unión Europea, y a la que le toca mover ficha obligatoriamente.