Los coches nuevos vienen hoy con una gran cantidad de electrónica cuyo fin es complementar al conductor en situaciones peligrosas y garantizar el viaje más seguro. Estos son los denominados ADAS (de Advanced Driver Assistance Systems) e incluyen cosas como la frenada automática de emergencia, la asistencia de punto ciego (o ángulo muerto) y la advertencia de cambio de carril, así como el control de crucero adaptativo.
Algunas personas ven estos sistemas como un trampolín hacia la conducción automatizada, mientras que otras, simplemente, una incomodidad. Sin embargo, un buen número de conductores suelen tratar estos sistemas de asistencia como “inconvenientes”, y es suficiente motivo para que muchos tiendan a apagarlos en cuanto giran el contacto (en caso de que no se pueda aplicar el ajuste “off” de forma permanente en el menú de configuración, normalmente en el sistema de información y entretenimiento).
Y eso teniendo en cuenta que un análisis de la revista estadounidense Consumer Reports descubrió que estos sistemas de seguridad podrían reducir las muertes en la carretera a la mitad si vinieran en todos y cada uno de los vehículos nuevos.
Los ADAS que más se desconectan
Erie Insurance, aseguradora norteamericana, encargó recientemente una encuesta que pasó a 500 propietarios de coches modernos. El estudio dice que las personas apagan los sistemas de asistencia a la conducción, principalmente, porque los encuentran molestos o incluso llegan a distraer.
Curiosamente, el hallazgo de esta conclusión concuerda con otros estudios que afirmar que los sistemas de asistencia ADAS no funcionan de manera uniforme en situaciones reales de tráfico, o según las condiciones de los sensores.
La encuesta dice que la función de asistencia al conductor más desconectada es el control de crucero adaptativo, que utiliza un radar para mantener una distancia prescrita de los vehículos que circulan delante.
Casi un tercio (30 %) de los conductores que poseen un vehículo con control de crucero adaptativo apagan esta función porque quieren sentirse con el control del vehículo. En segundo lugar, está el sistema de mantenimiento de carril, y el 25 % de los conductores admiten que su actuación resulta desagradable al “luchar” contra el volante.
Asimismo, el 21 % de los encuestados apagan el sistema de alerta de abandono de carril. Otro sistema que se desactiva desde el primer momento es el asistente de atención/somnolencia, que emite una advertencia sonora si el conductor parece estar distraído o cansado.
La razón por la que el 22 % de los conductores deshabilitan este sistema es que genera muchas falsas alarmas. Y a pesar de que el asistente de colisión y el monitor de punto ciego pueden reducir significativamente el número de choques y lesiones potenciales, ambos sistemas se apagan en un 11 % y un 9 %.
La última posición en la encuesta es la cámara de marcha atrás, aquella que muestra lo que hay detrás de ti cuando introduces marcha atrás: el 6 % de los conductores encuentra esta característica desconfiada.
En resumen, esta desconfianza de los automovilistas sugiere que todavía hay que pulir las tecnologías existentes para que dejen de percibirse como “intrusivas”.