Este crecimiento, del 222%, supera con creces el incremento medio de los tiempos de entrega experimentado por el conjunto de las cinco grandes potencias automovilísticas europeas, con un 65%.
No obstante, incluso con este crecimiento tan notable, España es el país dentro de este G5 donde la espera es menor. De hecho, el plazo en Francia es de 153 días o, lo que es lo mismo, cinco meses, con un incremento de los tiempos del 94%.
Por su parte, en Reino Unido, los conductores viven una situación parecida a la del otro lado del Canal de la Mancha, en tanto deben esperar 144 días, prácticamente 5 meses, un 82% más que hace un año. Sin embargo, Alemania, aún con 115 días, se encuentra en niveles similares a 2020, solo un 3% por encima en plazos de entrega. Y en Italia, si antes la espera era inferior al mes y medio, se roza ya los tres meses.
250.000 coches en 'lista de espera'
A pesar de la mayor demora en los plazos de entrega, muchos conductores siguen adelante en su intención de compra, de modo que, según Faconauto, a final de año se habrán acumulado 250.000 coches en la lista de pedidos de los concesionarios, que computarán como matriculaciones en 2022, aun con el perjuicio de la subida del impuesto de matriculaciones que entrará en vigor el 1 de enero.
Esta subida, debida a la entrada en vigor de la normativa comunitaria sobre medición de emisiones basadas en el ciclo WLTP, encarecerá los precios de los vehículos entre 800 y 1.000 euros, perjudicando a aquellos compradores que adelantaron sus compras.
"En un escenario difícil con muchos potenciales compradores y pocos coches, cada una de las partes lo está poniendo fácil y esta debe ser la línea a seguir en 2022, es decir, cerrar compras y fidelizar clientes", señalan desde Sumauto.