Filtros y bujías. A la hora de pasar por el taller es fácil que, como mínimo, se realice un cambio de aceite, incluyendo filtros y bujías. Estos dos componentes son los recambios de coche más comunes y corrientes, y también de los más económicos. Son piezas de desgaste habitual y requieren una sustitución frecuente. Un estado correcto de los filtros y las bujías mejora la eficiencia de combustible, a la vez que mejora el comportamiento general del coche.
Luces y baterías. El sistema de iluminación del coche es vital, y no solo por la noche, ya que en todo momento se debe circular con visibilidad. Las luces son uno de los recambios de automóvil más solicitados. Aunque su vida operativa es muy larga, diversos factores pueden dañar su funcionamiento y reducir drásticamente su vida útil. Las luces están alimentadas por la batería, una pila que genera la corriente eléctrica para suministrar la energía suficiente como para hacer funcionar multitud de elementos del vehículo. La vida de una batería corriente es de unos tres años, aproximadamente, y por lo tanto se convierte en un elemento de cambio muy habitual.
Limpiaparabrisas. Las escobillas de los parabrisas son fundamentales en los días donde la climatología no acompaña para las labores de conducir. En parejas o en solitario, los limpiaparabrisas realizan una función vital, y por eso deben estar siempre en perfecto estado.
Aire acondicionado. Con la llegada de las estaciones más calurosas, el aire acondicionado se torna como aliado indispensable. Sin embargo, tras varios meses de uso, es posible que no funcione como debería o que el gas refrigerante se haya extinguido. Su cambio no resulta extraño, al igual que la recarga del gas refrigerante.
Neumáticos. Son el único punto que nos mantiene en contacto con la carretera. Esos cuatro puntos resultan fundamentales para mantener las cotas de seguridad en orden. Su mantenimiento es esencial y también su sustitución cuando las condiciones lo requieran. Un recambio de automóvil muy habitual en las visitas al taller.
Amortiguadores. No solo realizan una función de confort, también de seguridad. Un amortiguador es capaz de filtrar las irregularidades de la calzada, a la vez que se encarga de sujetar al vehículo en una curva. Su mal estado afecta a otros componentes y por ello es habitual proceder a su cambio.
Frenos. Uno de esos componentes perjudicados son los frenos, ya sean de disco o de tambor. Una frenada perfecta puede marcar las diferencias entre tener un accidente o no. El conjunto de frenos debe revisarse cada cierto tiempo para asegurarse que cumple con los requisitos mínimos. Es un elemento de desgaste muy habitual en el coche y uno de los recambios más solicitados.
Piezas de dirección. Para completar esta particular lista de los recambios de coche más demandados en el sector hay que hablar de la dirección. El volante transmite las órdenes del conductor a las ruedas. Un trabajo sensible y delicado que requiere que todos los componentes trabajen de forma sincronizada y correcta.
Para finalizar, desde Sernauto recuerdan que "a lo largo de la vida útil de un vehículo se emplean multitud de repuestos y piezas diferentes. Para garantizar el óptimo funcionamiento y la máxima seguridad es necesario cumplir con los plazos de mantenimiento fijados por el fabricante y por las instituciones. Los recambios de coche de calidad aportan confianza, y es mejor invertir en calidad que perder en seguridad".