No obstante, esta modalidad está consiguiendo atraer al cliente particular (y autónomos), el más numeroso y que siempre había acudido a la compra tradicional para renovar sus vehículos. Así, en 2021, por primera vez, los clientes privados y autónomos han superado a las empresas.
A diferencia de lo que ocurre en países del centro y norte de Europa, los españoles siempre hemos estado muy apegados a la propiedad. Queremos una casa, pero que sea nuestra. Queremos un coche, pero que sea nuestro... y así pasa que ahora mismo (aunque influyen también otros muchos factores), la edad media de los turismos en circulación en nuestro país ronda los 13 años. Un dato que nos pone a la cola de Europa, solo superados por Grecia.
Sin embargo, también en este 2021 ha ocurrido un hecho histórico. Por primera vez desde mediados de los años 90 del siglo pasado -cuando se puede decir que arrancó el renting en España- el número de clientes particulares y autónomos (122.696), ha superado al de empresas (119.696) que se decantan por esa opción para tener un vehículo. Son datos de la Asociación Española del Renting (AER).
Lo han logrado después de cinco años de crecimiento y era un viejo anhelo del sector, aunque todavía el 83% de los vehículos del parque 'vivo' que gestionan estos negocios siguen siendo empleados por clientes corporativos, con flotas de varios o cientos de coches. Un parque que, por cierto, es el más grande que ha existido nunca.
Además, si en los inicios sólo se atrevían a negociar con estos alquileres las empresas especializadas, ahora es una actividad mucho más golosa. En los nueve primeros meses de este año, la facturación había superado los 4.800 millones de euros. Así, también se han apuntado los propios fabricantes de automóviles, entidades bancarias e incluso grandes superficies.
Y ya hay marcas como Lynk&Co que lo fían casi todo a los coches por suscripción, permitiendo además que el conductor comparta su vehículo con otras personas reduciendo así su factura mensual. Y en España, Hyundai ha lanzado su servicio de suscripción Mocean.
No obstante, el sector del renting no ha logrado nunca que se respalde una de sus viejas demandas. En concreto, bonificaciones fiscales para aquellas operaciones de particulares. Mientras, autónomos y empresas pueden deducirse el 100% de la cuota y hasta la totalidad del IVA, siempre que se demuestre que el vehículo está dedicado plenamente a una actividad profesional.
¿Y cuál es la operación 'estándar'?
Con la aparición de las empresas de renting flexible, el periodo para alquilar arranca en un mes, aunque el plazo estándar de los contratos suele ser de cuatro años. También se fija un kilometraje anual. Se suele situar en los 15.000 kilómetros anuales.
¿Y qué ocurre al final del alquiler? Lo normal será deshacerse del vehículo viejo para reiniciar el proceso con otro nuevo. Aunque antes, la compañía hará una especie de liquidación. Ello, tras comprobar que el estado del coche es el adecuado a su edad y kilometraje, y que no tiene desperfectos por mal uso o negligencia.
En cuanto a los kilómetros realmente recorridos, el exceso sobre lo pactado se cobrará a entre dos y cinco céntimos el kilómetro de más. Si ha ocurrido lo contrario, que hemos cubierto menos distancia de la prevista, nos compensarán a nosotros. Normalmente, por una cantidad inferior.
También cabe la posibilidad de devolver el vehículo antes de tiempo y habrá que estar a la penalización que recoja el contrato. Algo que se suele plasmar en el pago de una o varias mensualidades en función del plazo que quedase por cumplir.