De este modo, fabricantes y concesionarios culpan a la crisis de semiconductores y materias primas, que ha provocado unos tiempos de espera anormalmente largos a la hora de adquirir un vehículo. La situación, advierten, "no parece tener visos de mejora en el corto plazo", lo que hace temer otro año negro para la automoción, con unas cifras de ventas inferiores a las 900.000 unidades el conjunto del ejercicio. Muy lejos de los 1,25 millones alcanzados en 2019, y peligrosamente cerca de las 840.000 unidades del año pasado, cuando fábricas y concesionarios tuvieron que cerrar durante varias semanas por la pandemia.
En concreto, las matriculaciones cayeron en octubre un 20,5% respecto del mismo mes del año pasado, hasta las 59.044 unidades vendidas (la caída sube al 37% cuando se compara con el mismo mes de octubre de 2019).
Por lo que se refiere a las motorizaciones, sigue la tendencia de los últimos meses con ligeras bajadas de los modelos con motores de combustión tradicionales (gasolina y diésel) y un nuevo repunte de los vehículos 'alternativos'. Así, la cuota de los gasolina cayó tres décimas respecto de septiembre (el 40,3%) y situó su participación en el total de matriculaciones en lo que va de año en el 46,4%.
Por su parte, los alternativos (eléctrico puro (BEV), eléctrico de autonomía extendida (EREV), híbrido enchufable (PHEV) y no enchufable (HEV), hidrógeno (FCEV), GNC, GNL y GLP) crecieron un punto porcentual frente a septiembre y situaron su cuota en el 42,1% (el 33,7% en el acumulado del año) con lo que se acercan inexorablemente a los gasolina puros ¿Y qué pasa con los diésel? Pues con un 17,6% del total de las matriculaciones de octubre, sitúan su couta de mercado desde enero en el 19,9%.
Hyundai, líder del mercado
Esta 'tormenta perfecta' provocó un hecho histórico: por primera vez, Hyundai lideró el mercado total en un mes por delante de las marcas europeas, que tradicionalmente ganan por goleada.
No sólo Hyundai ha sido la marca más vendida (5.848 coches) por delante de Peugeot (5.549 unidades), sino que su marca hermana, Kia, ha sido la tercera más vendida con 5.258 entregas. Es decir, entre las dos alcanzaron una cuota de mercado del 19%, o lo que es lo mismo, uno de cada cinco coches vendidos el pasado mes en España fue coreano.
El grupo asiático, que se está planteando volver a fabricar semiconductores, es uno de los que menos está sufriendo la falta de chips. Todo lo contrario ocurre con las marcas europeas. Seat, que lidera el mercado en lo que va de año con 61.729 coches, sólo pudo ser la octava marca más vendida en el décimo mes del año.
En octubre, el turismo más vendido fue el Peugeot 2008 (2.232 unidades) por delante del Hyundai Tucson (1.856) y del Dacia Sandero (1.525). Mientras, el Seat Arona, que es el modelo más vendido en lo que va de año (18.724 unidades) cayó hasta la novena posición del ránking de los más vendidos en octubre. Al modelo fabricado en Martorell, le sigue acortando la distancia en el acumulado del año el Hyundai Tucson con 16.733 entregas y cierra el podio el Dacia Sandero con 15.991.
Comerciales e industriales
Por lo que se refiere a los vehíclos comerciales ligeros, en octubre se han matriculado 10.459 unidades, lo que supone un 37% menos que en 2020. En el acumulado del año, las ventas alcanzan las 130.512 unidades, aumentando el 3,7% respecto a 2020. Por canales, la peor caída la registra el canal de autónomos, que reduce sus compras en un 57,7% mientras que los alquiladores lo hacen en un 33%.
Y en cuanto a las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses caen un 7,3% respecto a octubre del año pasado, con 2.573 unidades. En el acumulado del año, las ventas en este segmento crecen un 11% respecto de 2020, hasta las 18.792 unidades. El segmento de vehículos industriales pesados, el que más volumen acumula, registra el segundo mejor crecimiento, un 18,6% frente a los tractocamiones, que crecen un 20,7%.Hasta nueve meses de espera...
"Básicamente no hay oferta para atender la demanda por la crisis global de los chips", apuntan desde la asociación de vendedores Ganvam. Esto provoca que las entregas de los pedidos que tramitan las redes de distribución se prolonguen hasta los seis u ocho meses de media, según explica.
Algunas marcas tienen plazos incluso superiores a los nueve meses. Un período tan largo que hace que muchos clientes acaben desistiendo de adquirir un vehículo.
Pese a todo, desde la patronal de concesionarios Faconauto, aseguran que "sí estamos detectando que los clientes han interiorizado que tienen que esperar más de lo normal por su vehículo y se están animando a hacer su compra con normalidad".
Así, desde los concesionarios hablan de un nivel de pedidos "razonable", lo que les lleva a hablar de una mejora en la actividad comercial de los concesionarios que, de aquí a final de año, "ha de ir a mejor impulsada también por los clientes que quieren evitar la subida del impuesto de matriculación que tendrá lugar el 1 de enero del año que viene".