Una voracidad por comprar vehículo de segunda mano y su consiguiente encarecimiento, similar tanto en los de combustión como en los de etiqueta “ECO”, que se debe a las leyes básicas de la oferta y la demanda: hay muchos conductores que quieren comprar y muy pocos coches que se puedan vender.
Sin embargo, la crisis de los microchips ha ido cebándose con el stock de VO de manera gradual, ya que empezó primero con los de combustión para, posteriormente, dejarse sentir en los 'ECO'. Pero en ambos casos, el denominador común es el parón de las automatrículas por la falta de coches, que apenas crecerán un 1% en 2021, según datos de MSi para Sumauto.
Falta de stock
En concreto, la caída de la oferta disponible de VO diésel y gasolina empezó a sentirse en enero. Desde entonces, ha caído un 12,1% y se ha dejado 44.000 coches por el camino. En el caso de los usados con etiqueta 'ECO', si bien el stock supera las 29.200 unidades, prácticamente un 30% más respecto a comienzos de año; ha sido en verano cuando el mercado ha dado un vuelco y hay ya 4.000 unidades menos en el escaparate.
Sin embargo, no solo el frenazo de las automatrículas está impidiendo que se reponga el stock de usados, sino que hay otros factores que están interviniendo en la ecuación, como el stock retenido, tanto por los particulares, que no pueden dar su coche usado a cambio de comprar uno nuevo, como por los operadores de renting, que extienden sus contratos más allá de los habituales 4 años. Y lo mismo sucede con los rent a car, penalizados además por la caída del turismo.
Esta escasez de oferta de VO disponible está favoreciendo la rotación de vehículos y agravando a su vez la falta de stock. En el caso de los diésel y gasolina, el tiempo en exposición ha caído un 18% en los últimos cuatro meses, pasando los 123 a los 101 días, mientras que en los 'ECO' es un 15%, de los 96 a los 81 días en el último mes.
Previsión para 2022
En ese mismo marco del Observatorio del VO de Faconauto quedó patente que las ventas de vehículos de ocasión retrasarán su recuperación como consecuencia de la falta de stock que sufre el sector y que está impidiendo que se pueda atender la demanda existente de los modelos que van de 0 a 5 años.
En concreto, los datos de la consultora MSI muestran que las transferencias de usados en 2021 cerrarán en 1.965.930 unidades, lo que supondrá un crecimiento del 7% respecto al año pasado. Por edades, los de cero a cinco años sólo aumentarán sus transferencias un 0,3%, mientras que los de seis a diez crecerán un 22% y los de más de diez años, un 9%.
La ratio vehículo usado frente a vehículo nuevo se sitúa en 2,3 a 1, el nivel más alto de los últimos años, rompiendo con la cifra media habitual del mercado de automoción, que ronda históricamente 1,5 a 1. Pese a todo, estas cifras quedan lejos todavía de las que se pueden ver en otros mercados más dinámicos para el coche de ocasión, como son el francés (3,7 a 1) o el británico (4,3 a 1).
De cara a 2022, Faconauto prevé que se mantenga esta tendencia de estancamiento, con 1.997.566 usados transferidos. La patronal de los concesionarios achaca el parón a la falta coches de hasta cinco años, que se hará muy patente el año que viene cuando, según sus cálculos, esta franja de usados tendrá un déficit de unas 90.000 unidades con respecto a las existentes en 2019. Ese año se comercializaron 620.811 vehículos de entre 0 y 5 años, que fueron las responsables del “tirón” que experimentó vehículo de ocasión antes de la pandemia.