Durante la primera mitad del 2021, los SUV de motor de combustión cuentan con una cuota de mercado del 42%, según revela un estudio de Transport and Environment. Esto supone un aumento en las ventas tres veces mayor que el que han experimentado los vehículos eléctricos de batería.
El equipo de análisis de datos de Volkswagen sugiere que la investigación ilustra un cambio definitivo en los hábitos de compra. Explican que cada vez más personas eligen comprar modelos más grandes debido a su mayor seguridad y confort. Además, creen que esta tendencia seguirá en auge con la caída de las restricciones y la vuelta a la “normalidad”.
Otra posible explicación de la creciente popularidad de los SUV es que seis de cada diez (60%) personas aseguran que la importancia de sus vehículos privados ha aumentado desde el inicio de la pandemia. Modelos como el Seat Ateca, el Audi Q3 o el Volkswagen Tiguan han crecido un 8% en los últimos tres años.
El medioambiente y los SUV
Este aumento en las ventas de SUV de segunda mano es un arma de doble filo, ya que algunos actores del sector de la automoción advierten que estos vehículos emiten entre un 15% y un 28% más de CO2 a la atmósfera que los compactos. Incluso los SUV híbridos enchufables emiten cerca de un 40% más que los compactos.
Sin embargo, la tendencia parece imparable. Si se echa la vista atrás, el ascenso de los SUV es aún más sorprendente. En poco más de 10 años, los SUV han pasado de representar un 10% de las ventas en Europa en 2010 a casi la mitad del total en la actualidad.