Los responsables de logística y producción de los fabricantes de automóviles han tenido que tomar decisiones drásticas ante el problema de la escasez de suministro de microchips. No hay piezas suficientes para todos los vehículos, por lo que los directivos han tenido que 'sacrificar' algunos modelos.
De este modo, los fabricantes automovilísticos han optado por dar prioridad a la producción de los vehículos más grandes y de más valor añadido, lo que está perjudicando más a los turismos pequeños y a la industria de automoción española.
Los principales directivos de las multinacionales de la industria del automóvil han admitido que las partidas de componentes que integran los microchips van de forma preferente a las líneas de montaje de los modelos que dan más margen de ganancias a las marcas. Se trata de los vehículos de gama más alta y con más contenido tecnológico, por lo que necesitan más unidades de los buscados microprocesadores.
Los frecuentes parones de las fábricas de vehículos debido a la escasez de microchips y a la debilidad de los mercados europeos dejó huella en el primer semestre de 2021. Las plantas automovilísticas españolas fabricaron 1,20 millones de vehículos, lo que supone un 26,1% más que en el mismo periodo de 2020, pero un 21,6% menos que en 2019.
Así, el mes de junio fue uno de los peores desde que se inició la crisis de la falta de suministro de los semiconductores ya que. según Anfac, solo se produjeron en España 172.696 vehículos, un 18,1% menos que en junio del ejercicio precedente y un 33,8% menos respecto al mismo mes de 2019.
Acumulación de coches incompletos
Los sindicatos han mostrado su preocupación por el impacto de la crisis de los chips en la industria de automoción española teniendo en cuenta su especialización en modelos pequeños que son los últimos en la cola para recibir los suministros de componentes.
Algunos fabricantes de automóviles se han adaptado a la escasez de chips eliminando características de sus modelos, mientras que otros han construido vehículos sin los chips necesarios y luego los han estacionado hasta que se pueda terminar su ensamblaje.
El consejero delegado de Stellantis, Calos Tavares, reconoció en la última presentación de resultados que la compañía está tomando decisiones para reducir la diversidad de chips que pretende usar, pero advirtió de que se necesitan 18 meses para rediseñar un vehículo para usar un chip diferente debido a la sofisticación de la tecnología involucrada. Tavares dijo que Stellantis continuará priorizando sus modelos de mayores ganancias con los chips que está recibiendo.
Falta de chips en 2022
"La crisis de los semiconductores, por todo lo que veo y no estoy seguro de poder verlo todo, se arrastrará fácilmente hacia el 22 porque no veo suficientes señales de que la producción adicional de los puntos de abastecimiento de Asia vaya a llegar al Oeste en un futuro cercano ", dijo Tavares.
El director financiero de BMW, Nicolas Peter, dijo que la compañía pudo compensar los desafíos de la escasez de chips a través de "un duro trabajo", pero agregó que "cuanto más duren los cuellos de botella en el suministro, más tensa será la situación".
De momento, la vuelta al trabajo tras las vacaciones está siendo dura en algunas factorías españolas. Fabricantes como Stellantis, Seat, Ford o Mercedes se han visto obligados a posponer la actividad en sus fábricas ante la falta de determinados componentes electrónicos imprescindibles para el ensamblaje de los vehículos.