Son sistemas que, de acuerdo con datos del Proyecto VIDAS desarrollado por Bosch y Fesvial, podrían prevenir el 40% de los siniestros, el 37% de las lesiones y hasta el 29% de las víctimas mortales.
La norma estipula que los fabricantes deberán permitir el acceso a la
verificación de estos sistemas de ayuda al conductor por las autoridades
y los centros de ITV durante toda la vida útil del vehículo. Para ello,
se deben aprobar reglamentos individuales de cada uno de los ADAS para
definir cómo deben funcionar y cómo se deben comprobar.
Por ejemplo, el
sistema de emergencia de mantenimiento de carril ya dispone de
un Reglamento específico (UE 2021/646), que regula su comprobación en la ITV
por medio de los sistemas de chequeo del sistema del vehículo y por
comprobación de la centralita de gestión. Además, establece que los
fabricantes deberán facilitar la información técnica para su
comprobación en la ITV mediante la mencionada centralita.
Esta
necesidad en cuanto al suministro de información por parte de los
fabricantes ha sido requerida por las Autoridades competentes y así se
refleja, también, en el Reglamento específico del sistema de asistencia
de velocidad inteligente, cuya publicación se prevé próximamente.
La importancia de la verificación de los sistemas ADAS
Desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) aseguran que las estaciones de ITV españolas estarán preparadas en breve para la verificación de estos sistemas.
En este sentido, la entidad ha señalado que “resulta esencial que los
fabricantes faciliten la información técnica para el uso de su
comprobación y verificación. Si no se realiza, nos podríamos encontrar
en un futuro muy cercano con vehículos equipados con sistemas de
seguridad avanzados, con alta dependencia en la conducción del usuario
en ellos, y sin que se pueda verificar el estado de los mismos”.
Aunque
desde el 20 de mayo de 2020, el Reglamento 2019/621 obliga a los
fabricantes de vehículos a facilitar los datos técnicos para realizar la
ITV, de momento, algunos de ellos no lo están haciendo. En este sentido,
la entidad asegura que algunos fabricantes “no están permitiendo un
acceso factible y fácil a esta información por tres causas: el formato
de los datos no es estructurado y la plataforma no es común, algunos
fabricantes no suministran información técnica y muchos de los que lo
hacen, lo pretenden cobrar, en contra de lo establecido en el propio
reglamento”.
Por ello, desde la asociación insisten en la
necesidad de una reglamentación futura mucho más precisa para la
comprobación de los nuevos sistemas en la ITV de cara a evitar
incumplimientos, sin que el acceso a esta información suponga un coste
económico ya que iría en perjuicio de la seguridad vial y la protección
medioambiental.