Desde Aeca-ITV explican las principales diferencias que notarán los conductores que vayan a las estaciones a partir del 1 de junio:
- Cambio en la gravedad del defecto de no funcionamiento del ABS cuando no es obligatorio llevarlo. A partir de ahora, el que el sistema antibloqueo de frenos presente algún tipo de fallo pasa de defecto leve a considerarse defecto grave.
- El posible desprendimiento de los espejos retrovisores también pasa a considerarse como un defecto grave.
- Se establece la posibilidad de comprobar los datos del permiso de circulación por medio del Registro General de Vehículos de la DGT en caso de no ser presentado éste en la estación ITV.
Desde la asociación recuerdan que los defectos graves generan un rechazo de la inspección e inhabilitan al vehículo para circular por las vías públicas excepto para su traslado al taller. A continuación, debe volver a la estación para someterse a una nueva inspección en un plazo no superior a dos meses.
Cambios obligados por el Brexit
Por otro lado, en esta nueva versión del manual de procedimiento se introducen los cambios que ha traído consigo el Brexit. A partir de ahora, en el caso de los vehículos procedentes de Reino Unido que se quieran matricular en España con posterioridad al 31 de diciembre de 2020, se considerarán vehículos procedentes de terceros países (países no pertenecientes al Espacio Económico Europeo). Por tanto, a partir de esa fecha, requerirán cumplir todos los requisitos necesarios para la matriculación de estos tipos de vehículos y deberán realizar los trámites de importación necesarios.
Además, las homologaciones de vehículos otorgadas por el Reino Unido a partir de la fecha indicada no tendrán validez como homologación europea, perdiendo todos los beneficios que ello supone desde el punto de vista de documentación y simplicidad de tramitación.
Medidas antiCOVID-19
Cabe detacar también que en el nuevo manual se mantienen las medidas de higiene y prevención en las estaciones de ITV para garantizar que sus instalaciones sean lugares seguros, tanto para los usuarios como para quienes allí trabajan, buscando siempre reducir al máximo el contacto entre el inspector y el usuario.
Uno de los principales cambios que se introdujeron el año pasado en las ITV como consecuencia del Covid-19, y que se seguirá aplicando, tiene relación, como recuerdan desde a AECA-ITV, con la prueba de emisión de gases. Para reducir las posibilidades de contagio, la lectura OBD ha quedado limitada a determinados vehículos, ya que realizar la lectura del diagnóstico a bordo de emisiones supone acceder al habitáculo del vehículo por parte del inspector. Esta limitación no existe para los vehículos industriales de más de 3.500 kg y autobuses.
De acuerdo a la normativa, el inspector se introduce en el vehículo con los EPI recomendados para conectar el puerto. En cualquier caso, la prueba de emisiones se realiza o por medio de una sonda que se coloca en el tubo de escape para medir los gases que se emiten o conectándose a las centralitas del vehículo.