Desde 1993, Ford ha vendido alrededor de 5 millones de unidades en el Viejo Continente contando la versión de cinco puertas, la berlina y el familiar. Aunque en 2020, según los datos de la consultora JATO Dynamics, el Mondeo fue el cuarto coche mediano más vendido, su volumen se redujo en un 48% (21.053 unidades). Una cifra que sigue la tendencia de su segmento que, en conjunto, bajó un 29% (297.863 vehículos) debido al cambio en las preferencias de los conductores y al coronavirus.
Stuart Rowley ha explicado que Ford está dando prioridad a aquellos segmentos que son más rentables para la marca y proporcionan los ingresos necesarios para sus operaciones y planes de futuro como, por ejemplo, vender únicamente coches eléctricos en Europa para 2030: “Vemos hacia dónde se dirige la demanda. Si nos fijamos en la tendencia actual, los SUV pequeños están aumentando y queremos poner nuestro capital en las partes del mercado donde hay crecimiento”.
No obstante, el Mondeo no desaparecerá por completo ya que se seguirá vendiendo en China, donde se actualizó en 2020. Los clientes asiáticos todavía están muy interesados en las berlinas así que todo apunta a que su comercialización podría continuar localmente en los próximos años.
Repercusión en Almussafes
Esta decisión tendrá una repercusión directa en España puesto que el Mondeo se fabrica en la planta que la marca tiene en Almussafes (Valencia). La producción terminará en marzo de 2022, pero mantendrán las líneas de los Ford, S-Max y Kuga.
Además, tras la inversión de 24 millones de euros anunciada en enero de 2020, los norteamericanos han confirmado que invertirán 5,2 millones de euros adicionales para aumentar la capacidad de ensamblaje de paquetes de baterías y dar forma al motor híbrido Duratec de 2.5 litros. Y es que, en 2022, la fabricación de las versiones híbridas de los modelos antes mencionados se trasladará de México a España.