De acuerdo con los datos de la asociación AECA-ITV, de los cerca de 2,1 millones de vehículos que tendrían que haber pasado la inspección técnica en el último mes, al menos un millón no lo ha hecho todavía. Se trata, según la entiddad, de una consecuencia directa de la confusión generada tras las prórrogas otorgadas a la ITV durante el primer estado de alarma. Son muchos los conductores que están circulando en la actualidad sin siquiera saber que tienen la inspección técnica caducada.
Pero, más allá del riesgo que este hecho representa, no tener la ITV al día está calificado como una infracción grave o muy grave por la normativa aplicable en materia de tráfico. De acuerdo con un estudio elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), representó la segunda causa de sanciones impuestas por la Dirección General de Tráfico durante el 2020. Según el informe, en el último año se impusieron un total de 434.479 multas por esta infracción; únicamente superada por las sanciones por exceso de velocidad que lideran este desafortunado ranking con un total de 2,43 millones de denuncias.
Multas de entre 200 y 500 euros
De acuerdo al régimen legal actual, tener la inspección técnica caducada puede conllevar una sanción económica de 200 o 500 euros, dependiendo del caso. Son tres los escenarios posibles:
Tener la ITV caducada, es decir, tanto circular con el vehículo como tenerlo estacionado en el garaje o en la calle sin haber realizado la inspección técnica en la fecha en la que le correspondía acarrea una sanción económica de 200 euros y la obligación inmediata de realizar la ITV.
Circular con la ITV desfavorable, es decir, seguir circulando con el vehículo pese a que se le detectaron defectos graves que sólo le permitirían desplazarse hasta el lugar de reparación genera una multa de 200 euros. En este supuesto, el titular del vehículo está obligado a reparar los defectos graves y volver a la estación de ITV, en un plazo máximo de 2 meses, para comprobar la subsanación de dichos defectos.
Circular con una ITV negativa, es decir, seguir circulando con el vehículo al cual se le han detectado defectos muy graves acarrea una sanción de 500 euros. En estos casos, el vehículo no está autorizado a abandonar la estación de ITV por medios propios, sino que tendrá que hacerlo transportado por una grúa hasta el lugar de reparación y volver a la estación ITV, en un plazo máximo de 2 meses, para comprobar la subsanación de los defectos.
A esta situación de sanciones por no tener la ITV vigente, hay que añadir la no cobertura de la compañía aseguradora en caso de siniestro, lo que puede originar unos elevados gastos para el propietario del vehículo en función de la gravedad del hecho.
ITV, antigüedad del vehículo y seguridad vial
Las inspecciones técnicas de vehículos cobran aún más importancia en un país como España en el que la edad media del parque automovilístico se sitúa en los 13,2 años, pues el riesgo de fallecer o resultar herido grave se multiplica por dos al comparar los accidentes ocurridos con vehículos de 10 a 15 años de antigüedad, en relación con vehículos de menos de 5 años.
Se trata de cifras presentadas por la DGT que explican el por qué el buen estado de un vehículo es un elemento esencial para reducir la siniestralidad en carretera.