De este modo, la CE ha obligado al fabricante norteamericano de vehículos eléctricos a compartir su plataforma de reparación y mantenimiento y el software de diagnóstico y programación de sus vehículos con los talleres independientes en las mismas condiciones que los oficiales.
Dicha información era solo accesible para los talleres independientes previo pago de un alto precio, lo que elevaba el coste de las reparaciones, que había que repercutir al cliente, y que hacia inviable las operaciones.
Cláusula de discriminación
Esta resolución llega después de que la asociación alemana ZDK, junto con otros consorcios implicados en el mercado de la automoción , presentaran una serie de quejas ante la Comisión Europea a consecuencia de las trabas que ponía la compañía norteamericana.
Asi, a mediados de 2020, las entidades citadas denunciaron que la marca que dirige Elon Musk solo permitía el acceso a la plataforma de reparaciones de sus vehículos a sus centros de reparación asociados, mientras que la legislación vigente reconoce a todos los talleres el acceso no discriminatorio a la información de reparación y mantenimiento, así como al software de diagnóstico y programación.
A finales de año, Tesla cambió la configuración de su sitio web para asumir este mandato, ofreciendo acceso a todos los talleres bajo precio: 125 euros por cada hora de uso del software de diagnóstico y programación y 30 euros por cada hora de uso de la web de información técnica dedicada al mantenimiento, lo que, según ZDK, violaba la cláusula de discriminación, incluida en el Reglamento de Aprobación de Tipo (UE) 2018/858. Finalmente, la Comisión Europea les ha dado la razón.
La 'solución' de Tesla
La marca norteamericana cuenta con cinco servicios oficiales en España, tres de ellos en Madrid (uno en la capital, otro en Getafe y otro en Fuenlabrada), uno en Barcelona y otro en Valencia y se prevé que próximamente abran sus puertas otros tres centros en Bilbao, Málaga y otro más en Madrid.
Sin embargo, este número se antoja reducido, ya que se limita a las zonas en las que la demanda de sus coches es mayor, pero que dificulta el desplazamiento para aquellos que no viven en las proximidades.
Para evitar estos inconvenientes, el fabricante ha diseñado su 'solución': ha recurrido a la tecnología y sus coches pueden hacerse un autodiagnóstico y encontrar soluciones a los fallos que surjan, como los relacionados con el mantenimiento o a la reparación de partes del vehículo que necesiten sustituirse.
Incluso, pueden hacer pedidos de las piezas que necesitan o llamar a la grúa en caso de emergencias.
Una vez que el conductor es informado del problema del coche a través de un mensaje en la pantalla de conducción, Tesla envía la información al centro de operaciones de la marca, que 'ayuda' al cliente a solucionar su problema.