La sentencia dice que está probado que la actuación de Volkswagen representa "una práctica comercial desleal". Por este motivo, el juez ha ordenado a la compañía cesar en esta conducta y le ha prohibido que la repita en el futuro. Además, también obliga en su escrito a reparar todos los vehículos afectados, ya sea mediante la modificación del software instalado o a través del cambio del hardware si fuese preciso. Siempre de forma gratuita.
En cuanto a los consumidores representados por la OCU, se les reconoce una indemnización por daños y perjuicios causados de una cuantía de 3.000 euros por afectado, ascendiendo el monto indemnizatorio total a 16,33 millones de euros, ya que se contabilizan un total de 5.444 vehículos y no los 7.542 automóviles que en un principio pedían compensación.
Pago de las costas
"OCU resalta que es especialmente importante la expresa imposición de costas, por apreciar temeridad en su conducta, es decir, porque Volkswagen ha continuado con el proceso judicial a pesar de que la OCU llevó a cabo dos intentos de conciliación para los consumidores afectados en España, sin que el grupo automovilístico aceptara ninguna opción de indemnización ni efectuara ninguna oferta de compensación", han criticado desde la asociación.
A pesar de ello, la sentencia es susceptible de recurso de apelación en un plazo de 20 días hábiles, algo que la compañía asegura que pretende hacer.
Como es conocido, el grupo automovilístico alemán admitió en septiembre de 2015 haber manipulado más de 11 millones de automóviles diésel en todo el mundo mediante la colocación de un dispositivo que alteraba las emisiones reales de óxidos de nitrógeno (NOx). De ellos, unos 700.000 automóviles se vendieron en España.
Solo en Alemania, Volkswagen acordó a principios del año pasado pagar hasta 620 millones de euros para cerrar la vía judicial y poner fin al caso del diésel en el país, tras llegar a un pacto con la Federación de Organizaciones de Consumidores Alemanes, que representaba a unos 440.000 clientes.