Este endurecimiento ha traído una consecuencia directa: un incremento en el número de suspensos en la primera inspección. De este modo, pasar la ITV a la primera se convierte en todo un reto para los clientes del taller. Y más este año en el que muchos vehículos han pasado semanas sin moverse y cuyo mantenimiento es posible que no sea el más adecuado.
Un reto que más pronto que tarde tendrán que afrontar más de 6 millones de vehículos que, según el Gobierno, circulan por las carreteras españolas con la ITV caducada desde hace más de 30 días, según recuerda BG Products, partner de Asboc, en un post de su blog en el que muestra cómo ayudar al cliente del taller a pasar a la primera la inspección técnica...
La ITV, un negocio para el taller
¿Sabías que los talleres ingresaron 2.157 millones de euros en 2019 por la reparación de fallos detectados en la ITV? 1.311 millones procedieron de la subsanación de defectos graves y otros 846 millones, por corregir defectos leves.
Pero es más. Sólo en solucionar averías relacionadas con los sistemas de emisiones de gases contaminantes en los automóviles los negocios de mantenimiento y reparación de vehículos facturan más de 320 millones de euros anuales, según datos de Solera.
A ello habría que añadir las miles de operaciones de pre-ITV que llevan a cabo a diario los talleres y que, gracias a BG Products, pueden ser aún más rentables ¿Cómo? Si bien un buen mantenimiento y una conducción moderada permiten mantener en buen estado los vehículos, una ‘ayuda’ extra facilita aprobar la inspección técnica a la primera, especialmente, en lo que se refiere a la prueba de gases de los vehículos con motor diésel.
Y es que, debido a la variación de la calidad del gasóleo, los vehículos con estos propulsores se ven sometidos a multitud de problemas que van desde un humo excesivo al combustible gelificado en invierno. Cuando los inyectores se obstruyen parcialmente, el combustible no se atomiza adecuadamente dando como resultado una combustión insuficiente, un excesivo humo de escape y una acusada pérdida de potencia.
En este sentido, cobra relevancia el nivel de cetano, clave para el funcionamiento del motor diesel (a mayor nivel de cetano, menor es el retraso de la ignición y mejor es la calidad de la combustión).
Y es que el gasóleo, por ley, tiene un muy bajo contenido en azufre para reducir las emisiones, con lo que no tiene suficiente lubricidad, algo que puede llegar a dañar las bombas de combustible en algunos motores.
Sin embargo, BG Products tiene una solución tan efectiva para el cliente como rentable para el taller. BG DFC Plus, con mejorador de cetano, mantiene limpios los componentes y los inyectores del sistema de combustible, impide la gelificación del combustible, corrige el ensuciamiento de la boquilla, reduce el humo de escape y protege las piezas del motor contra el óxido y la corrosión.