Este será el nombre que se usará a nivel de grupo, es decir, como marca corporativa. Próximamente se presentará un logotipo oficial y el resto de la identidad de la marca. Stellantis viene del verbo en latín stello, que significa "iluminar las estrellas", y se inspira “en esta nueva y ambiciosa alineación de marcas automotrices históricas y culturas empresariales sólidas que, al unirse, crean uno de los nuevos líderes de la próxima era de la movilidad preservando el valor excepcional del conjunto creado y los valores de las partes que lo componen”, destacan ambos grupos.
A finales de junio, en la junta general de accionistas de PSA, el consejero delegado del grupo francés, Carlos Tavares, aseguró que esta la fusión aportará unas sinergias de al menos 3.700 millones de euros. Y señaló que esta operación es un paso “esencial”, ya que permitirá a ambas empresas disminuir el gasto en I+D necesario para la llegada de una movilidad más limpia, segura y asequible.
La fusión, bajo investigación
Se espera que la fusión se complete en el primer trimestre de 2021, aunque para eso es necesario el visto bueno de los accionistas de ambas compañías y, por supuesto, de la Comisión Europea, que actualmente se encuentra investigando la fusión.A principios de junio, la CE comenzó a investigar la fusión ante la duda de si esto supondría un oligopolio en el sector de los vehículos industriales ligeros (como las furgonetas). Dicha investigación se espera que dure hasta octubre de este 2020.
Y es que tras la compra de Opel en 2017, PSA consiguió una cuota de mercado en el segmento de los vehículos industriales ligeros del 25% en 2019, lo que unido a la de FCA ascendería a un 34% a nivel de grupo. A priori no es un porcentaje suficiente para que se pueda considerar oligopolio, pero la cosa cambia si miramos las cuotas en Francia e Italia, dos de los cuatro mercados más grandes de Europa.
De este modo, la fusión representaría un 45% de cuota de mercado en Francia y un 48% en Italia. Automotive News, haciéndose eco de las palabras de unos analistas, asegura que una cuota de mercado superior al 40% ya es suficiente para que la Comisión Europea tenga cierto interés.
En cambio, a pesar de tener gamas de utilitarios, polivalentes o SUV compactos muy solapadas —la cuota de mercado de PSA-FCA combinada sería del 65 %—, esto no parece ser un problema para la UE.