De este modo, el nuevo Plan Renove, efectivo desde este martes 16 de junio, subvencionará la adquisición de vehículos eléctricos e híbridos (100 millones de €, a través de una nueva edición del Plan Moves), y también a los diésel y gasolina (250 millones), y obligará a achatarrar un coche de más de 10 años. Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a las asociaciones del sector del automóvil y los sindicatos.
De la dotación total de 3.750 millones de euros, y a parte de los 250 millones que serán para la renovación del parque (incluyendo coches con motores de combustión) y de los 100 para eléctricos e híbridos, otros 300 millones de euros serán para la renovación del parque publico y adaptación de los entornos urbanos, 415 para la investigación y el desarrollo industrial, 2.690 serán para inversiones en cadena de valor y 95 en cualificación y formación profesional.
Además, habrá 100 millones de euros para que la administración general del Estado renueve su flota de vehículos, y se habilitará que las entidades locales destinen parte de su superávit (hasta 100 millones de euros) para adquirir modelos más eficientes.
Achatarrar, obligatorio
Para acceder a la ayuda a la compra de vehículo será obligatorio achatarrar un turismo de más de 10 años, o un comercial de más de siete años y el nuevo modelo a adquirir deberá estar «entre los más eficientes de la oferta». El vehículo a entregar deberá tener la ITV vigente a la entrada en vigor del programa de ayuda o del estado de alarma para garantizar que se trata de un vehículo que efectivamente se encontrara en circulación, y cuya titularidad haya sido del beneficiario o de un familiar de primer grado, durante al menos un año para evitar posibles distorsiones en el mercado de segunda mano.En el caso de turismos, el vehículo a adquirir deberá tener la etiqueta energética A o B, y tener emisiones inferiores a 120 gCO2/km, o emplear energías alternativas. En el caso de los vehículos comerciales ligeros, la limitación se eleva hasta los 155 gCO2/km. La ayuda variará en función de las emisiones del vehículo, priorizando a los más eficientes. Habrá además una ayuda adicional por achatarramiento de vehículos de más de 20 años.
Hasta 5.500 euros
Para los particulares, la ayuda será de hasta 4.000 euros si se adquiere un vehículo con etiqueta Cero de la DGT, 1.000 si se adquiere un ECO con etiqueta energética A; o 600 si es B; u 800 para un vehículo con etiqueta C y calificación energética A; y 400 con etiqueta C y calificación energética B.El plan tendrá asimismo una 'perspectiva social', puesto que ofrecerá una ayuda adicional para personas con movilidad reducida o con una renta familiar inferior a los 1.500 euros al mes. En este caso, estas cuantías se incrementarán en 500 € en el caso de que el destinatario sea una persona física con una renta inferior al del percentil 40 de renta o con movilidad reducida, o el vehículo a achatarrar tenga más de 20 años.
En resumen, las ayudas oscilan entre los 400 y los 4.000 € y se articulan teniendo en cuenta un límite de precio para los turismos de 35.000 euros (que se eleva a 45.000 € en caso de personas con movilidad reducida o vehículos con etiqueta Cero), lo cual permite poner el foco en un tamaño de vehículo mediano y pequeño, orientado por tanto a menores emisiones de CO2.
Asimimo, se tendrá en cuenta tanto el etiquetado de la DGT como el nivel de eficiencia energética establecido por el IDAE, Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía.—el etiquetado energético de cada modelo se puede consultar en la web del IDAE—.
Bajo estas premisas las ayudas será de estas cuantías:
* 4.000 € para coches eléctricos, a través del Plan MOVES
* 1.000 € para coches con etiqueta ECO y nivel de eficiencia A del IDAE
* 600 € para coches con etiqueta ECO y eficiencia B
* 800 € para coches con etiqueta C y eficiencia A
* 400 € para coches con etiqueta C y eficiencia B
* 500 € adicionales para rentas bajas o personas con movilidad reducida, y también para aquellos que achatarren un vehículo de más de 20 años.
Para las pymes, las ayudas serán de hasta 3.200 para adquirir un vehículo Cero, 800 un Eco y 650 un C.
El sector aplicará un descuento obligatorio y equivalente de la misma cuantía que la ayuda estatal, excepto en caso de los vehículos de etiqueta Cero, en que el descuento adicional será de 1.000 euros.
Se permitirá la adquisición de vehículos usados matriculados a partir del 1 de enero de 2020, para facilitar que los concesionarios den salida a los vehículos automatriculados que tienen en stock.
Compromiso de los fabricantes con España
A cambio de este paquete de estímulo, los fabricantes se comprometen a avanzar en la descarbonización del parque de vehículos y en la atracción de nuevos modelos eléctricos y electrificados para su fabricación en España.Los fabricantes priorizarán sus esfuerzos de inversión de modo que en 2030 se alcance al menos una producción anual de entre 700.000 y 800.000 vehículos electrificados (eléctrico puro y enchufable) y los componentes necesarios, lo que permitirá mantener la cuota anual del 12% de penetración en el mercado europeo.
Asimismo, desde la industria de la automoción se impulsará y colaborará con el resto de los agentes involucrados para priorizar el desarrollo de las infraestructuras de recarga eléctrica, con un objetivo de alcanzar 340.000 puntos de recarga para 2030 y 830.000 en 2040 (el objetivo a corto plazo es lograr los 50.000 antes de 2023). Actualmente, existen unas 5.500, según el Observatorio de Vehículo Eléctrico.
Semejante al Plan PIVE
Con estas ayudas, se estaría recuperando la filosofía de los conocidos como Planes PIVE, que se articularon para incentivar la demanda durante la crisis económica y con los que se favoreció la renovación del parque español de automóviles, que actualmente es de los más viejos de Europa Occidental, con una antigüedad media de 12,5 años.En sus ocho ediciones, vigentes entre 2012 y 2016, los PIVE contaron con una dotación total de 1.115 millones y beneficiaron a 1.173.035 compradores.
El Plan del Gobierno aborda otras medidas, como la revisión de las etiquetas medioambientales otorgadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) antes de julio de 2021. Para ello, la DGT establecerá un grupo de trabajo interministerial que deberá valorar la necesidad de su actualización, consensuada con el sector y con el resto de agentes involucrados y, en su caso, elevará una propuesta en los próximos 6 meses.
Este sistema de etiquetado ha sido cuestionado en el pasado, puesto que encuadra en la misma categoría, Cero, a vehículos eléctricos y a modelos enchufables, que pueden circular únicamente con el motor térmico en funcionamiento.