Con las ayudas de 3.750 millones España sigue los pasos de Francia, que destinará a su industria del automóvil —PSA y Renault dependen de ella— 8.000 millones de euros, y los de la Unión Europea, con su plan de reactivación económica, en el que la industria y la automoción desempeñan un papel esencial.
Las fábricas —de marcas de automóviles y del sector auxiliar— y los concesionarios estuvieron durante semanas en lo más estricto del estado de alarma y las ventas continúan sin recuperarse tras registrar mínimos históricos en abril y mayo.
De ahí que una de las medidas que se ejecutarán en menos tiempo serán las ayudas directas a la adquisición de coches para renovar el parque. Sánchez no concretó la cuantía de esas ayudas, pero entre el sector se da por hecho que la cifra se situará algo por debajo de los 400 millones de euros que demandó hace un mes.
Ayudas directas a la compra
De confirmarse, será el mayor paquete de subvenciones para impulsar el mercado desde que en 2015 se aprobará el último Plan PIVE, por un importe total de 225 millones de euros. La gran novedad es que esas ayudas no serán exclusivas para coches eléctricos, que sí tendrán una partida específica de unos 65 millones de euros. La demanda del sector —y la intermediación del Ministerio de Industria— permitirá que también se puedan beneficiar de esas subvenciones vehículos de motores de combustión interna, ya sean de gasolina o de diésel, pese a las reticencias que esa posibilidad despertaba en el Ministerio para la Transición Ecológica.El presidente del Gobierno puso el acento en el hecho de que las medidas de apoyo a la renovación del parque de vehículos está focalizado en la eficiencia, aunque también destacó que se incentivarán “especialmente los vehículos eléctricos y con ayudas especiales a las familias de menos recursos para que nadie quede atrás en este proceso”. Y se renovará el parque público de vehículos.
El 10% del PIB
El plan, según publican varios medios, estará alineado con las ayudas demandadas conjuntamente por las principales patronales del sector y con el Plan Automoción 2020-40 elaborado por Anfac. Ese informe asegura que en la próxima década será necesario invertir en las fábricas españolas 54.000 millones para asumir su proceso de transformación, por lo que pedía el acompañamiento estatal en forma de ayudas. Argumentaba en su introducción que el 10% del PIB español y dos millones de empleos dependen del sector, dos datos que Sánchez utilizó este domingo como argumento.
El plan que verá este lunes la luz contiene ayudas a las inversiones y reformas legales, se impulsará la I+D y se modificará la fiscalidad que grava al sector, así como la formación profesional.